Vecinos de Lavadores ante el derrumbe de una casa: “Escuchamos un enorme estruendo, pasamos miedo”
Vecinos de Severino Cobas, junto a la vivienda cuya cubierta se vino abajo el lunes, reconocen que hubo momentos de desconcierto y alivio “porque nadie resultó herido”
Con el susto todavía en el cuerpo, los vecinos del entorno del número 50 de Severino Cobas observaban ayer cómo los operarios retiraban con una grúa los escombros y la parte del bajo cubierta de la vivienda de tres plantas que el día anterior se desplomó.
“Estaba poniendo una lavadora cuando escuché un enorme estruendo, salí de inmediato a la calle y ya vi al vecino que corría desde la casa, diciendo que es había derrumbado el tejado”, relata una vecina quien asegura que “estaban todo el camino de escombros y luego llegaron los bomberos y la Policía Local, menos mal que nadie salió herido”.
En el inmueble vivía dos familias, un matrimonio en la planta baja y un padre y sus dos hijos en la superior. El hombre, viudo y jubilado de Álvarez, “estaba dentro cuando se produjo el desplome”. Los agentes tuvieron que desalojar a los cinco residentes mientras los bomberos sospechan como causa una manipulación indebida sobre elementos básicos en la estructura y que fueron previos a una posible obra. La evacuación se complicó porque uno de los moradores se negaba a salir, por lo que finalmente tuvo que ser detenido. “Salía detenido y en una camilla”, explicaban en la zona.
Los arquitectos municipales inspeccionaron el inmueble, que tuvo ser apuntalado, y se precintó la puerta de acceso a la primera planta. “Allí no podían estar, toda la cubierta está destrozada y las máquinas están trabajando, cogieron unas cuantas cosas y se marcharon”, explicaba otra vecina.
El Concello confirmó que ninguno de los afectados pidió realojo, ya que contaban con alternativas para poder mudarse mientras finalizan los trabajos y se emite un informe de evaluación de la casa.
A escasos metros de la vivienda, se encuentra la finca de otra casa cuyo propietario vivió en primera persona el desplome. Coincide al describir lo ocurrido con el resto de residentes, “un gran estruendo y luego todos salimos a ver qué había pasado, pero enseguida vimos que no había cubierta, pasamos miedo, la verdad, por si había alguien herido, pero por fortuna no afectó ni a lo residentes ni ninguna otra persona". Su mujer coincide en que “podría haber sido una tragedia, porque aquí estamos mucho fuera, y si se llega a desplomar sobre nuestra finca o sobre la casa del al lado… Mejor no pensarlo”.
Ayer, se mostraban preocupados por el viudo que vivía en la planta primera con sus dos hijos, “no lo vimos desde que ocurrió todo y parece complicado que pueda volver a su casa, están tratando de reponer la cubierta".
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