Derrumbe en Lavadores

Los cinco moradores de una casa de tres plantas (la tercera utilizada como almacén) salieron ayer ilesos del derrumbamiento de la cubierta del inmueble, que se produjo cuando se encontraban en su interior, confirmaron fuentes municipales. Los hechos tenían lugar a media mañana en el número 50 de la calle Severino Cobas, cuando el tejado se vino abajo, cayendo directamente a la calle. Los bomberos aseguraron que “fue un milagro que no hubiera heridos", ya que tampoco en ese momento había ningún vecino pasando por la zona, algo que habría sido trágico. Explicaron que todo apunta a que el derrumbamiento se produjo por una manipulación indebida en el inmueble por unas obras.

Hasta el lugar se desplazaron efectivos del parque de Teis y Policía Local, que llevaron a cabo el desalojo de las dos plantas donde se encontraban los residentes. En la planta baja había un matrimonio, mientras que en la primera, dos hermanos con su padre.

Los bomberos realizaron los primeros trabajos en el terreno, con la evacuación, revisión y balizamiento mientras se dio aviso a los técnicos para valorar el estado de la estructura. Los operarios comenzaron las labores de desescombro con el uso de una grúa, mientras la Policía Local vigilaba el perímetro. La casa fue apuntalada y quedó sin cubierta.

Fuentes municipales aseguraron que ninguno de los moradores solicitó realojo ya que lo hicieron por sus propios medios. Las labores de desescombro se prolongaron durante toda la jornada para garantizar la seguridad en la zona. De momento se desconocen los daños globales en la estructura del inmueble que quedó sin cubierta.

Un residente, detenido al resistirse a salir de la vivienda

Durante el desalojo se vivieron momentos tensión, ya que uno de los residentes se negaba a abandonar el inmueble, según explicaron los efectivos allí desplegados. El hombre mostró gran resistencia a los agentes de la Policía Local, que tuvieron finalmente que proceder a su detención, confirmaron fuentes municipales. Fue de esta forma como se pudo completar el desalojo de la casa, que fue inspeccionada por los arquitectos municipales.

El derrumbamiento impactó en el vecindario al observar cómo la edificación se había quedado al descubierto, sin rastro del tejado, que se desplomó y sin que, por fortuna, causara ningún daño personal.