El Val Miñor retoma el fin de la contaminación de A Foz

La Mancomunidad del Val Miñor dan un paso al frente para atajar el problema de contaminación que desde hace dos décadas se ceba con el estuario de A Foz, un enclave protegido por la Red Natura 2000 y que sin embargo registra unos niveles 300 veces superiores a los topes. A diferencia de las investigaciones encargadas en 2019 a la Universidade de Vigo, y que no llegaron a culminarse, en esta ocasión no solo se centrarán en los focos causantes de la situación de deterioro medioambiental que sufre la zona, sino que se estudiará más a largo plazo de que medidas disponen para revertir la situación con la esperanza de que en un futuro A Foz recupere una actividad que antaño daba de comer a más de medio centenar de familias.

Los regidores Carlos Gómez, Paco Ferreira y Juan González de Baiona, Gondomar y Nigrán, respectivamente, acordaron la elaboración de un nuevo informe de impacto microbiológico que estará centrado en analizar la eficiencia de las infraestructuras existentes a fin de poder identificar cualquier foco que repercuta negativamente en el entorno. Pero también en obtener resultados actualizados sobre el estado real del agua y de los fondos tanto del estuario como en diferentes puntos del curso del Miñor. Según avanzó a este diario el regidor baionés, los trabajos se encargaron a la empresa de ingeniería Teswater Global y tendrán un coste de 15.000 euros más impuestos. Pese a que no hay plazos concretos, los regidores confían en que los primeros datos concluyentes comiencen a llegar a partir de este mismo verano. Con resultados en la mano se los remitirán a la Xunta, al entender que toda esta problemática es competencia de Augas de Galicia. A partir de este punto será cuando de comienzo una segunda fase de actuación. En este sentido, Gómez adelantó que colaborarán en todo lo que sea posible para que se ponga solución a un problema que lleva enquistado en el estuario durante décadas.

El plan de actuación contemplado, cuenta a su vez con el visto bueno de la Cofradía de Pescadores ‘La Anunciada’, así se lo traslado su patrón mayor, Jose Miguel Sotelo Ulbeira, en una reunión mantenida con los tres alcaldes hace varias semanas. Sotelo, por su parte, considera que la recuperación de este enclave de donde hace dos décadas se extraían más de diez toneladas de almeja, cadelucha y berberecho supondría un empuje importantísimo al sector del marisqueo. “Los profesionales de este sector están expectantes porque se ha constatado la existencia de grandes bancos de bivalvo que no se pueden extraer de este punto al estar catalogado como zona c”. manifiesta. al tiempo que insiste en que “es importante que las admisnitraciones remen con nosotros en la misma dirección que que la situación se pueda revertir en un futuro”.