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LA SEXTA OLA DE LA PANDEMIA
La vacunación masiva de la población redujo en un 40% el volumen de ingresos hospitalarios entre los enfermos de covid, comparando los datos de este último trimestre del año con los que había en el mismo periodo de 2020.
El área viguesa contaba ayer con 67 enfermos ingresados (53 en planta y 14 en UCI) mientras que hace un año, en la segunda ola de la pandemia, el pico máximo de ingresados fue de 107 personas. Si se comparan los datos del 6 de diciembre de este año y del mismo día de 2020 la proporción es muy similar. Este año con 2.589 infectados hay 67 hospitalizados (el 2,6% del total) y el 6 de diciembre del año pasado con 1.800 enfermos había 77 hospitalizados (un 4,2% de los infectados).
El contexto actual es muy diferente. En este momento, el 94% de la población diana del área sanitaria de Vigo está inmunizada con la doble pauta de vacunación y la mayoría de los mayores de 60 van ya por la tercera dosis para reforzar aún más sus defensas. Esto ha permitido que lleguemos a final de año sin restricciones, mientras que en la antesala de la Navidad de 2020 estaban las fronteras de Galicia blindadas, había cierre perimetral en los municipios con más contagios, toque de queda nocturno y fuertes restricciones en la hostelería. El área de Vigo tenía una incidencia similar a la actual (estaba en el antiguo nivel medio-alto), con lo que solo podía abrir la hostelería con el 30% de ocupación en el interior y hasta las cinco de la tarde, entre otras muchas limitaciones de aforo, reunión y movimientos. Este año la Xunta todavía no ha dicho la última palabra sobre si establecerá medidas especiales para las fiestas navideñas, entre otras cosas porque es pronto para conocer la evolución del virus. El año pasado las fiestas navideñas no podían reunir a más de diez personas en la misma casa.
El dato más espectacular está sin embargo en las residencias de mayores y de discapacitados. En el último trimestre de 2020 no había nadie vacunado y en estos centros se llegó a marcar un pico de contagios de 282 casos a mediados de noviembre, aunque en la primera ola había sido aún peor con días de 365 contagios en abril. En la sexta ola el máximo de contagios en residencias fue de 5 usuarios, aunque ahora la Xunta ya no informa de los casos entre los trabajadores. Este verano, en plena quinta ola, se llegó a 55 contagios a mediados de agosto.
En centros educativos la vacuna se notó menos, porque los menores de 12 años no eran hasta ahora población diana. La semana pasada se notificaron 342 contagios frente a 376 en el pico máximo de la segunda ola y los 222 que hubo el 5 de diciembre del año pasado con la segunda ola en retroceso.
El 60% de los pacientes covid que estaban estos días en la UCI del Cunqueiro estaban vacunados con las dos dosis y el 40% restante eran no vacunados. La foto es engañosa. A pesar de que son más los vacunados que están en camas de críticos, la proporción de personas sin inmunizar que terminan en la UCI es muy superior. Son una minoría de la población, un 6% de los habitantes del área sanitaria de Vigo, pero que está muy representada en los ingresos hospitalarios. Si la población diana del área viguesa está formada por 494.000 personas mayores de 12 años, entre los que hay cerca de 30.000 no vacunados, y en la UCI cuatro de cada diez ingresados no estaban inmunizados esto implica que este último colectivo tiene una probabilidad diez veces superior de terminar en esta situación, entre la vida y la muerte.
El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, alertaba la semana pasada de que hay jóvenes que ingresan directamente en la UCI y animaba a vacunarse a los que todavía no lo hayan hecho. En concreto, citó el caso de un paciente de 32 años que no se había puesto la vacuna y al que el contagio le llevó a cuidados intensivos. En el último informe de Saúde Pública figuraba que la media de edad de los no vacunados era de 67,9 años, aunque fluctúa.
Todos los centros de vacunación de Galicia mantienen abierta la posibilidad de vacunarse a personas que no lo hicieron.
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