Episodios vigueses
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La Diócesis de Tui-Vigo cuenta con un presupuesto anual aprobado, que para 2025 asciende a 12,1 millones de euros, y una parte importante del total, unos 3,8 millones, que equivalen al 32,17 por ciento, se destina ya a la conservación de los edificios religiosos, una partida que sigue creciendo. Tui-Vigo cuenta con unos 700 inmuebles de especial relevancia, repartidos entre las 276 iglesias parroquiales y un número no cuantificado de otras de menor rango (capillas y ermitas), así como un total de 235 cementerios y alrededor de 200 casas rectorales, que históricamente han servido de vivienda para los párrocos.
Aunque ahora no es así, o al menos no en todos los casos. Entre otras causas, porque la falta de sacerdotes ha llevado a que una misma persona se haga cargo de varias parroquias. Y esto ha permitido a la Diócesis viguesa disponer de algunas residencias para otros fines.
El responsable de asuntos económicos en Tui-Vigo es Jesús Carracedo, quien confiesa las dificultades para cuadrar las cuentas y la prioridad de mantener en el mejor estado posible el patrimonio religioso, comenzando por la histórica catedral de Tui, que también se ha convertido en el único edificio donde se cobra por entrar a las visitas turísticas, aunque solo a las personas residentes fuera del ámbito territorial de la diócesis, que abarca todo el sur de la provincia.
“En principio, nosotros hemos cubierto ese presupuesto con recursos propios y también nos da para arreglos además de inversión", señala. “Tenemos nuestro gasto y ayudas, alguna del Ministerio de Transportes para el arreglo de la catedral de Tui y de la Xunta para el mismo proyecto y después la Xunta nos da todos los años una subvención de 40.000 euros para arreglos urgentes de las iglesias, para ayudar a mantener el patrimonio”, indica. Luego, asignan presupuesto a las parroquias del rural que son las que tienen menos recursos, en algunos casos de importancia, como recientemente a Covelo, Berducido en A Lama y Vilabroso en Mondariz.
En cuanto a las iglesias, la Diócesis va controlando el mantenimiento “aunque a veces si descuidan hay que cambiar todo el tejado, en Vigo se nota menos el cambio de temperatura, pero en el Miño y el Tea, con el calor del verano y el frío del invierno se van abriendo las tejas”.
Son muchas las diócesis en toda España que han decidido cobrar entrada al turismo que quiere acceder al interior de las iglesias principales. En el caso de Tui-Vigo no es así y las razones las explica Jesús Carracedo. “El único espacio donde hay un pago por entrar es en el museo-catedral de Tui, pero con una condición, se le cobra a quienes no son de la diócesis, se entiende que quien vive en nuestra diócesis ya colabora en su parroquia, los de fuera colaboran de esa forma, no cobramos en ninguna más, cobrar es algo poco popular, así que vamos buscando otras alternativas”, señala el responsable de la economía episcopal.
La ciudad de Tui recibe miles de visitas al año por su casco histórico con la catedral como su principal atractivo, un edificio religioso singular por aspecto de castillo, pero muchas más la Concatedral viguesa, por su situación, punto de paso obligado para los miles de cruceristas y otros turistas que llegan a Vigo. Pero la Concatedral es de libre acceso y no se prevé instaurar una taquilla, incluso tras su ascenso de categoría basílica.
La Diócesis ayuda a las parroquias pequeñas de forma directa para obras mayores, y para ello cuenta con una partida de 80.000 euros para trabajos de reparación en las iglesias y otros 150.000 para casas parroquiales. La explicación a esta diferencia está en que los vecinos suelen ayudar y ser generosos para que su iglesia esté en condiciones, pero bastante menos para las rectorales.
“En las casas parroquiales sin uso lo que hacemos es arreglarlas y ponerlas en alquiler si es posible”, añade Jesús Carracedo. En total, ahora mismo habría 70 casas rectorales en alquiler y el responsable de la economía de Tui-Vigo señala que es también una contribución a mejorar el acceso a la vivienda.
“En Vigo tenemos algunas viviendas, en Doctor Corbal, García Barbón, de una fundación al lado de Vialia, y luego en Gondomar, Porriño, o Guillarei”, indica. En algunos casos las casas son de fundaciones y los beneficios están definidos, por ejemplo para formar sacerdotes y “los alquileres van a ese destino; tenemos una en Salceda que es de un cura y cuyos arrendamientos se destinan a Cáritas, algunas son donadas con una finalidad concreta, otras son para la parroquia”, zanja.
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