La anorexia y bulimia, al alza en Vigo desde la pandemia
Los profesionales que atienden estos problemas alimentarios confirman un incremento del 60% de las consultas por la pandemia y afirman que las familias acuden antes
Unas 400.000 personas padecen trastornos de la conducta alimentaria en España, de los que el 75% se producen en jóvenes de edades comprendidas entre los 12 y los 21 años y el 90% son mujeres.
El confinamiento y las restricciones derivadas de la pandemia multiplicaron de forma importante estos trastornos durante los dos últimos años. En el área sanitaria de Vigo también se ha notado. Tanto el servicio de Psiquiatría del Cunqueiro como la Asociación de Bulimia y Anorexia de Pontevedra, con sede en Bouzas, confirman este incremento.
En concreto en la asociación viguesa las consultas crecieron un 60% el año pasado, con respecto a la situación que se daba en 2020, y este año se mantiene la senda del crecimiento. “Vemos de todo, pero aumentó sobre todo en adolescentes, desde los 13 a los 17 años”, explica la psicóloga de la entidad, Ana Rodríguez. Señala que el encierro en casa afectó pero que “en la mayoría de los casos había un trasfondo anterior de malestar físico”.
Otra de las novedades detectadas a raíz de la pandemia por parte de la asociación de bulimia y anorexia es el hecho de que los padres detectaron antes la situación, seguramente al convivir más tiempo con sus hijos, y no esperaron para consultar con los expertos. “Nos llegan casos que han empezado recientemente, antes venían con mucho tiempo de evolución. Ahora en cuanto detectan cualquier anomalía con la alimentación buscan ayuda aunque sea para asegurarse de que no está ocurriendo nada y quedarse tranquilos”, explica,
La asociación, con sede en la calle Camilo Veiga, proporciona a los pacientes un programa atendido por una psicóloga y otro por una nutricionista que se ocupa de mejorar los hábitos de alimentación saludable. En el caso de la anorexia nerviosa la persona reduce la ingesta alimentaria y esto produce, con la ayuda también de otras conductas, una pérdida de peso que puede tener consecuencias graves.
“En las redes hay cánones de belleza que son irreales”
Las personas que sufren trastornos alimentarios se aíslan, no se sienten a gusto consigo mismos y eso lo transmiten al resto. A nivel académico, los afectados se pueden comportar de dos formas opuestas: se centran en estudiar con un nivel de auto exigencia excesivo o se centran más en su cuerpo que en los estudios. Las consecuencias físicas son significativas. Con la anorexia desaparece la regla por la pérdida de peso, aparece un vello que cubre la parte superior del cuerpo, suelen tener frío, se les cae el pelo y se rompen mucho las uñas. En la bulimia pierden el esmalte dental o se caen piezas y a la larga puede tener implicaciones cardiovasculares, entre otras. La duración del tratamiento depende de cada persona. Preguntada por las redes sociales, Ana Rodríguez señala que “muestran unos cánones de belleza que son irreales, creen que tienen que tener ese cuerpo para triunfar” y proliferan consejos para bajar de peso totalmente inadecuados, y otros problemas.
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