El transporte de Ría creció como nunca en verano y va camino de un nuevo récord

Transporte de Ría

El número de viajeros subió en julio y agosto un 35% sobre la media del resto de meses y crece al 4,3% anual

El primer temporal de otoño obligó a suspender ayer la navegación por la Ría a partir de las seis de la tarde.
El primer temporal de otoño obligó a suspender ayer la navegación por la Ría a partir de las seis de la tarde.

El tráfico marítimo regular entre las dos orillas de la Ría supone el 80 por ciento de todos los viajes metropolitanos entre Vigo y O Morrazo, quedando solo el 20 por ciento para el autobús, según las cifras de la Consellería de Presidencia, que ha asumido la competencia de gestionar este servicio. La buena noticia es que el barco de Ría ha dejado definitivamente atrás la crisis que a punto estuvo de suponer su final a principios de siglo ante la competencia de la autopista. Al contrario, sigue ganando usuarios y este año, hasta agosto, la demanda acumulada creció un 4,3 por ciento sobre el año pasado, creciendo la media de viajeros. Curiosamente, ayer tuvo que suspenderse a las seis de la tarde el servicio debido a las condiciones meteorológicas adversas.

En concreto, en los meses de verano -julio y agosto particularmente- se registró un aumento muy importante de la demanda del transporte marítimo de la Ría de Vigo, superando el 35 por ciento con respecto a la media mensual de todo el año. El resultado es que en lo que va de año la línea Vigo-Cangas alcanza ya 694.819 pasajeros y la Vigo-Moaña llega a 227.150, lo que significa que hasta el 1 de septiembre ya rozan el millón de viajeros en la suma de ambas. Esto supone que con toda seguridad se mejorará la cifra de 2023, que ya había sido la mejor desde principios de siglo. La conexión marítima entre Vigo y Cangas continúa ganando pasajeros y la de Moaña, que estuvo más amenazada con la caída del peaje en Rande, se mantiene en buenas cifras y ya no corre peligro. En cuanto al transporte a Cíes, computa aparte como servicio de temporada, aunque ahora se mantiene todo el año, incluso en los fines de semana de invierno. El crecimiento de verano del servicio de Ría también se vincula al uso turístico de la línea marítima para ir a las playas o por el interés de los viajeros hospedados en uno y otro lado de la Ría.

El pasado 2023, la suma de las dos líneas llegó a 1,3 millones de pasajeros. En 2022, el tráfico regular de las dos rutas alcanzó 1.126.364 viajeros, un incremento cercano al 30 por ciento sobre los 874.689 del año anterior. Lógicamente en 2020, con el covid, se redujo al mínimo el servicio, hasta 690.227. En 2019, antes de la pandemia, se había alcanzado el techo con 1.235.984 viajeros, así que se puede concluir que el transporte marítimo ha vuelto a sus mejores cifras. La explicación a la recuperación del servicio estaría en la combinación de bonos y descuentos, con la tarjeta metropolitana (que funciona desde 2016) y los descuentos que impulsó la Xunta desde el pasado año. La tarjeta permitió casi duplicar los viajeros entre 2015 y 2016. En la Xunta se insiste en que si el Concello de Vigo se hubiera incorporado con el bus urbano, el servicio marítimo seguiría subiendo.

El anterior bache, que a punto estuvo de liquidar el barco de línea, se produjo en 2015, cuando el efecto combinado del puente gratuito y la apertura de la autovía llevaron al tráfico marítimo a su cifra más baja, con apenas 685.078 usuarios. En sentido contrario, en los años ochenta del pasado siglo sumaba hasta tres millones de viajeros al año, cuando todavía no había puente en Rande.

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