Los trámites con cita previa se consolidan en las administraciones

Un muro para los ciudadanos

Cinco años después de su imposición por el covid, prácticamente todos los servicios usan este cuestionado modelo

El Ayuntamiento de Vigo, con usuarios a la espera de su turno para ser atendidos.
El Ayuntamiento de Vigo, con usuarios a la espera de su turno para ser atendidos. | Vicente Alonso

La cita previa se instaló en la sociedad viguesa hace cinco años, con la explosión de la pandemia. Pero el paso del tiempo y la recuperación de la normalidad no fue suficiente para devolver a los ciudadanos la posibilidad de realizar trámites con la administración de manera presencial con tan solo presentarse en la instalación. La mayoría de edificios administrativos vigueses requieren de inscripción con anterioridad (sobre todo los que dependen del Estado) y, aunque casi todos cuentan con unos plazos cortos para la atención personalizada, el ‘muro’ que es la cita previa afecta en gran medida al grupo que se encuentra al otro lado de la brecha digital: personas que no dominan Internet y que la petición por teléfono, en ocasiones, no resulta del todo efectiva.

Tan solo en Vigo la Delegación de la Xunta recuperó la presencialidad sin avisar con antelación. Lo hizo en febrero del año 2023. Poco a poco, otras oficinas se fueron abriendo, pero en casos excepcionales. Por ejemplo, en la DGT las personas mayores de 65 años pueden acudir a realizar cualquier trámite sin necesidad de contar con cita previa. Pero para la gran mayoría de los casos, la obligatoriedad sigue vigente.

Diego Gómez, abogado y profesor asociado de Derecho en la UVigo, señaló la peligrosidad que reviste el mantenimiento de la cita previa ante lo que considera una imposición de la administración y no una opción más. “La demanda controlada les viene mejor, se organizan de mejor manera, pero eso no está habilitado por ley. Si fuese una opción voluntaria sería magnífico, pero esta imposición es un muro para los ciudadanos”, indicó Gómez. Y es que la teoría refleja en algunos casos que existen algunos trámites que se pueden acceder sin cita previa, pero a la hora de la verdad “no te dejan ni entrar al recinto”.

Esta nueva manera, impulsada por la era digital, no siempre es fiable. Existen fallos técnicos. Y sin destinar los suficientes recursos, el conseguir una cita previa puede convertirse en una tarea engorrosa. Las aplicaciones realizadas en exclusiva para agilidad los trámites con DGT, Hacienda o Empleo no garantizan una funcionalidad 100% y el teléfono para reservar una cita puede sonar varias veces sin ser atendido. Este proceso puede demorar la atención: se cambian las colas presenciales por las virtuales.

Pero lo grave, señala Gómez, es el cambio en el sistema, algo que no había sucedido con anterioridad. Un precedente que se asentó con la cita previa y que no tiene pinta de que vaya a cambiar debido a la resignación de los ciudadanos a este nuevo modelo. “Los ciudadanos tenemos la soberanía, corresponde al pueblo español y no al revés. Pero aquí la administración pone un sometimiento pleno, que es el mayor pecado que se puede cometer”, admitió el abogado vigués. La única solución posible no derivará desde las administraciones sino desde los propios usuarios, mediante protestas, aunque tanto el PP como el PSOE llevaron en sus programas electorales y afirmaron que la cita previa sería historia: “En 2024, el PSOE hizo una proposición No de Ley para eliminarlas. El grupo mixto la hizo este año. Pero todas esas medidas se quedan en nada”.

Gómez apeló también a la presión a través de los trabajadores funcionarios de levantar el veto a la asistencia por orden de llegada, indicando que esa tendencia de organizar su labor mediante una cita previa puede volverse en su contra una vez fuera de su horario laboral: “Ellos tienen que ver por lo suyo y hacer presión para que cambie, porque no lo notas en su ámbito, pero sí fuera de él cuando quieran hacer cualquier trámite con la administración pública”. El ‘muro’ levantado de las administraciones con los ciudadanos es reciente y ya se ha asentado en la forma de obrar de los vigueses y en el trato con las administraciones.

El padrón en el Concello, en pleno recorte de su espera

Empadronarse en Vigo era tarea casi imposible, con largas esperas de hasta dos meses para poder obtener una cita en el mostrador del Ayuntamiento. No obstante, a finales de 2024 cambio la manera de actuar para uno de los trámites más dificultosos del Concello. Se pasó de un sistema de cita previa, todavía vigente, a poder acudir presencialmente con todos los documentos en regla, retirar un número en la en la zona de recepción y podrán seguir su turno a través de las pantallas disponibles en las instalaciones. Esta medida responde a una necesidad de recortar ese largo tiempo de espera que anteriormente era obligatorio.

Además, se puso en marcha un sistema de SMS que permitirá al ciudadano descargar directamente el documento del trámite solicitado a través de un enlace. En caso de que no sea posible realizar la descarga por medios propios, el Ayuntamiento ofrecerá la opción de recoger el documento en persona en las oficinas del registro, también sin requerir cita previa.

En el Concello ya se pueden realizar trámites sin cita previa, sobre todo para la atención al público en materia de registro y la atención general, que se realiza por orden de llegada en horario de 9 a 13 horas. Determinados colectivos, como mayores de 65 años, personas dependientes y embarazadas, contarán con atención preferente para evitar las esperas.

Trámites como la información de servicios sociales, el pago del IBI o la adquisición de la tarjeta PassVigo se pueden facilitar con cita previa, aunque su espera es muy corta, con apenas un par de días.

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