Trabajadores penitenciarios piden medios de protección
Funcionarios del CIS de Vigo y de A Lama reinvidicaron más personal y protocolos tras concentrarse en repulsa por el asesinato de una trabajadora en Tarragona
El asesinato de una trabajadora de la cárcel de Más d'Enric de Tarragona el pasado miércoles ha traspasado todas las líneas rojas para los funcionarios de prisiones. Ayer, se movilizaron a las puertas de sus respectivos centros penitenciarios por todo el territorio nacional, también en A Lama y en el Centro de Inserción Social (CIS) Carmen Avendaño en Vigo, con las que se recordó de nuevo una reivindicación que viene de lejos “más medios humanos y materiales”.
En un comunicado conjunto los sindicatos recordaban que el pasado miércoles Nuria acudió a su puesto de trabajo, pero no volvió a casa, un interno sesgó su vida y tiño de negro a todos los empleados públicos penitenciarios tanto de Cataluña como del resto del estado. Consternación, rabio y dolor son los sentimientos de todos los compañeros y se preguntaban si el siguiente asesinato sería en A Lama, donde hay un gran número de plazas vacantes en Relación de Puestos de Trabajo y una media de edad de la plantilla de 53 años. “Estas características propias de nuestro centro, sumado a la una población reclusa con un alto porcentaje de patologías psiquiátricas y politoxicómanas, dificultan enormemente el fin primordial de la reinserción y reeducación”, explicaban ayer.
“Necesitamos el protocolo específico contra agresiones en prisión”, añadía ayer Marcos Blanco, delegado de Acaip-UGT en A Lama quien recordaba la necesidad de que los funcionarios de los centros penitenciarios sean reconocidos de una vez por todas como agentes de autoridad. “Sin medios personales, ni protocolos ni herramientas es difícil la protección y sobre todo la reinserción”, añadía mientras incidía en la adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI.
A principios de enero, se denunciaba públicamente la falta de médicos, “algo que sigue sin solucionarse, pese al elevado porcentaje de reclusos con enfermedades tanto físicas como psicológicas", recordaba el delegado de Acaip-UGT.
Ayer, desde Pontevedra y Vigo, cuya plantilla es común, quisieron rendir su más sentido homenaje a “nuestra compañera Nuria” el primer asesinato de un trabajador penitenciario en su puesto de trabajo. “No puede volverse a repetir. Todos con Nuria”, fue el llamamiento unánime del comunicado suscrito por CSIF, Acaip-UGT, CCOO y CIG.
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