La UCI del Álvaro Cunqueiro incorpora terapeutas para prevenir el delirio

La UCI del Cunqueiro pasó de ser prácticamente un búnker de intensivistas antes de la pandemia a convertirse en un servicio abierto a la incorporación de profesionales de otras disciplinas que puedan aportar beneficios a sus pacientes, como logopedas, farmacéuticos, psicólogos o terapeuta ocupacional, y que está en permanente contacto con las unidades de críticos de los hospitales de toda Galicia, según explica la jefa del servicio, Dolores Vila.

La última en llegar fue la terapeuta ocupacional, que acude a demanda por las tardes y que se valora sobre todo porque ayuda en la prevención y tratamiento del delirio, una situación que preocupa mucho en la UCI porque se asocia a un aumento de la mortalidad, una estancia mayor y otros problemas. Aspiran a integrarla en plantilla o a tener un mayor acceso a sus servicios porque creen que vería precozmente los casos de delirio con los beneficios que implica.

Los logopedas se incorporaron durante la pandemia para tratar la disfagia en pacientes que habían sido intubados y posibles problemas en el habla.

Además, Cuidados Intensivos contaba con un fisioterapeuta en plantilla que trabajaba por las mañanas y que tuvo refuerzos importante en pandemia con buenos resultados para los pacientes. Ahora vuelve a estar solo y creen que es insuficiente para la UCI y Reanimación. El fisioterapeuta atiende un servicio con 30 camas con lo que es difícil llegar a todos los pacientes en el tiempo mínimo que recomienda el Ministerio de Sanidad. Se ocupan de la rehabilitación respiratoria, la movilización precoz y también de los cuidados del potencial donante. Esta última tarea puede marcar la diferencia a la hora de conseguir un pulmón válido para un trasplante y otro que se debe desechar.

En cuanto al resto del equipo, las enfermeras siguen luchando por la creación de la especialidad en Cuidados Intensivos, porque con el covid “quedó claro que no vale cualquier enfermera para esto”. La jefa de UCI, Dolores Vila, subraya que la pandemia “abrió las puertas” a la creación de un equipo multidisciplinar y que tras superar momentos que fueron “duros, dramáticos y peligrosos” salieron reforzados como servicio e incluso en la imagen pública de la especialidad. “Yo no puedo estar más orgullosa de mi equipo. Nos ayudó tener este hospital, pero trabajaron con mucho esfuerzo, dedicación y empatía”, asegura. Recuerda a su vez que en los últimos siete años asumió los mayores retos profesionles, con la fusión de la UCI (la del Xeral y la del Meixoeiro), la apertura del Cunqueiro y la pandemia de coronavirus.

La pandemia de covid en las unidades de críticos del Cunqueiro: 276 ingresos

La OMS señaló la semana pasada que el mundo está en las mejores condiciones para poner fin a la pandemia de coronavirus. A la jefa de la UCI del Cunqueiro, Dolores Vila, no le cabe ninguna duda. Desde febrero de este año, las unidades de críticos de los hospitales de Vigo han tenido menos de 6 pacientes covid entre todas ellas y este mes el virus desapareció de la UCI (salvo los días 1 y 13, cuando se registró un único ingreso). La UCI del Cunqueiro recuperó la normalidad hace meses, con mucho contagio en la calle y contados ingresos en sus camas. Además, han tenido pocos enfermos con problemas respiratorios, pero ni de lejos con la gravedad de las primeras olas de la pandemia, y han tenido pacientes con hemorragia cerebral o politraumatismos a los que detectaron el virus en la PCR que se hace al ingreso. En estos casos el covid no prolongó su estancia ni añadió complicaciones.

Desde que comenzó la pandemia, la UCI y las unidades de Reanimación del Cunqueiro ingresaron a 276 pacientes covid.

En próximos inviernos esperan ingresos esporádicos, teniendo en cuenta que la población está vacunada y que la enfermedad ahora es bastante leve, señala Dolores Vila.

Intensivos se abrirá de nuevo a visitas de los familiares

Aunque la decisión depende de la dirección del área viguesa y de la propia Consellería de Sanidade, en la UCI del Álvaro Cunqueiro trabajan ya con la idea de volver a incorporar las visitas de los familiares a los pacientes ingresados en este servicio.

Antes de la pandemia ls visitas podían acudir entre la una del mediodía y las once de la noche. Se trataba de responder al deseo de muchas familias, pero también consideran que es beneficioso para los pacientes críticos.

La decisión de la reapertura se había aplazado para después del verano por cuestiones logísticas. La doctora Vila asegura que la comunicación con las familias ha mejorado mucho, no solo por las visitas sino porque se ha desarrollado una buena comunicación telefónica. “Es un relación personalizada. Conocemos a las familias y nos llaman para ver si pueden venir. Vivimos momentos muy duros con ellos y eso nos acercó más”.

Al margen de las visitas, otra de las novedades de este año para el servicio de la UCI fue la incorporación de un segundo médico residente, un MIR que se formará en la especialidad de Medicina Intensiva.