La temporada de alergias se prevé “complicada” este año

La Consellería de Sanidade y la Universidad de Vigo colaboran en el control del polen en el aire para mantener informada a la población y anticipar la respuesta sanitaria. La temporada de este año se prevé que sea “complicada” por las condiciones climáticas, según afirma María González Fernández, miembro del Grupo de Investigación en Sistemas Agroambientais de la UVigo.

La vigilancia de las especies alergénicas en Galicia se hace desde hace casi una década mediante un convenio de colaboración, que ayer renovaron el conselleiro de Sanidad, Antonio Gómez Caamaño, y el rector de la Universidad de Vigo, Manuel Reigosa. El convenio, que durará hasta diciembre de 2028 y cuenta con una inversión de 174.000 euros, permitirá mantener la Red Gallega de Aerobiología, una herramienta estratégica para la vigilancia de la salud ambiental. Cualquier ciudadano puede acceder a esta información en la web de la Consellería de Sanidade y en breve se incluirán también mapas interactivos para que sea más atractivo.

La Universidad de Vigo será la encargada de recoger, trasladar y analizar semanalmente las muestras de las cuatro estaciones activas que están en Vigo, Santiago, Lugo y Ourense. Son las poblaciones más afectadas y sus resultados son extrapolables al resto del territorio.

La estación viguesa se encuentra desde 1995 en la azotea del edificio del Concello.

La red identifica y cuantifica los principales tipos de polen con capacidad alergénica, además de realizar un seguimiento a lo largo del año. La Dirección Xeral de Saúde Pública valora estos datos en términos de salud, ofrece información tanto a los ciudadanos como a los profesionales (médicos de familia, neumólogos y alergólogos) para que tomen medidas y realiza predicciones. Destacan que el cambio climático afecta, entre otras cosas porque la estación polínica se adelanta y se alarga.

El polen puede afectar más en las ciudades que en el rural

En Vigo, además de las gramíneas, hay que tener especial cuidado con las ortigas y otras plantas de esta especie porque tienen un polen muy pequeño capaz de llegar hasta los alveolos pulmonares. Frente a esto, el polen del pino, que es muy llamativo por su mayor tamaño, no es alergénico, señala la experta de la UVigo.

Como curiosidad, explicaron también que las gramíneas en parques que no están bien cuidados en las ciudades también pueden causar mucha alergenicidad, incluso de forma más exacerbada que en el rural porque “en las ciudades suele haber más contaminación, con lo que las plantas se estresan y producen más proteínas alergénicas”.

Por otro lado, una de las recomendaciones para los afectados es el uso de mascarillas en el momento en que haya más circulación de alergenos, según indicó la subdirectora xeral de Programas de Control de Riesgos Ambientales para la Salud, Inés Mato.