Los taxistas de Vigo, en alerta tras ser objeto de varios atracos violentos

Trabajar en las calles de Vigo puede tener sus riesgos. Los taxistas lo saben y por eso cada vez son más los que optan por poner videovigilancia en sus vehículos, más como medida disuasoria que protectora. “No es que sea una ciudad especialmente insegura pero de vez en cuando hay rachas malas”, explicaba ayer uno de los conductores, quien hacía referencia a los últimos atracos registrados a taxistas en barrios como O Calvario y Travesía y la zona de Traviesas.

La Policía Nacional detuvo hace unas semanas a una pareja después de que en mitad de un trayecto en O Calvario amenazaran en el cuello al taxista con un objeto cortante para llevarse la recaudación. En este caso, la descripción de los individuos llevó a los agentes a la localización de los sospechosos y su arresto. “Hubo otros incidentes más”, aseguraban desde una céntrica parada en Vigo. Uno de los conductores reconocía que “entre nosotros nos damos información y características sobre algunos de los individuos que bien no pagan las carreras o han intentado robar, para estar prevenidos. Intentamos estarlo, pero a veces no sabes quién se sube detrás”. 

Varios coinciden en que creen que es algo pasajero, aunque ya conocen determinadas zonas “que pueden ser conflictivas, porque hay pisos donde la gente va a consumir o a adquirir drogas". Si bien ninguno de los episodios ha tenido consecuencias graves, “no es agradable que te pongan una navaja en el cuello”, comenta uno de los taxistas, quien añadía que “parece que el tener cámaras sí funciona porque hay quien se lo piensa dos veces antes de coger un vehículo vigilado si tiene intención de robar o de no pagar”. 

Los hay que utilizan sus propios trucos, “no me importa preguntar antes si me va a pagar la carrera y cuando se trata de una persona sola si va detrás le pido que se ponga en el lado opuesto al conductor para poder verlo por el retrovisor”, añade un chófer mientras espera a coger a un viajero en la parada. 

Hace meses ya se producía otra alerta con una pareja de chicas que una vez llegaban a destino amenazaban al conductor con inventarse haber sido objeto de agresión para no hacer frente al pago, relataba uno de los taxistas que colocó videovideovigilancia en su vehículo. “Es una forma de ir más seguro y a los clientes no les importa, de momento nadie se ha quejado", añadía.