"La presión mediática no influye pero la responsabilidad externa quizá sí"

Natural de Santiago, pero afincado en Vigo desde hace 20 años, el abogado Alejandro Vega es el vínculo local de uno de los procedimientos judiciales que ha generado mayor expectación a nivel internacional, el llamado “Caso Neymar 2” por presunta corrupción en el traspaso del futbolista brasileño al Barcelona. Como defensa del expresidente del Santos, Odilio Rodrigues, acusado junto con los Neymar, Bartomeu y Rosell, asegura haber aprendido mucho durante el juicio y confiesa que, aunque suene tópico, la presión mediática no le influye a la hora de hacer su trabajo.

¿Cómo llega el “Caso Neymar 2” a un despacho vigués?

Por las conexiones portuguesas. Nuestro despacho, Criado del Rey Abogados, colabora con determinados bufetes en Portugal. Uno de ellos, de un grandísimo amigo y profesional, en Oporto, Aníbal Pinto, tenía un letrado brasileño haciendo un stage y buscaban un abogado cercano que tuviera asuntos en la Audiencia Nacional, porque en ese momento la causa estaba allí. Nuestro despacho trabaja muy habitualmente con la Audiencia Nacional y el cliente, estando en Brasil, contactó con nosotros.

El proceso ha generado una gran expectación, ¿cómo ha sido la experiencia?

Ha sido larga. Mi representado entró en el asunto en 2016 y el juicio acaba de celebrarse recientemente en Barcelona. Si en todos los juicios penales siempre hay una gran presión porque cada persona siente su asunto como el más importante y lo descarga con el abogado, pues imagínate en este caso con una persona que vive en Brasil, con las incertidumbres que esto ocasiona. Entre ellas el desconocimiento del idioma y de la Ley en España cuando se están ventilando cuestiones muy importantes para él porque hay una petición de penas de prisión altas y de multas y responsabilidades económicas elevadísimas. Más que la presión mediática lo más intenso ha sido poder tranquilizar al cliente o que él confíe en su defensa y que esté informado. La presión no influye, quizá la responsabilidad externa, porque en casos así un error tiene más repercusión pública.

Tuvo ocasión de conocer a Neymar, ¿cómo es?

Por lo que lo conocí y en las circunstancias en que lo conocí, en una sala, antes de entrar al juicio, tampoco es conocer a alguien pero lo que puedo decir es que en el trato, tanto Neymar como su padre, y el resto de imputados, Bartomeu o Rosell, fueron muy agradables y muy profesionales.

No sé si es futbolero, ¿no será del Real Madrid? Yo soy como mi padre, del equipo que gana. Cuando vivía en Santiago era del Dépor y ahora que llevo 20 años en Vigo, soy del Celta.

Ha llevado otras macrocausas. ¿Es la primera en el ámbito estrictamente futbolístico? ¿Le resultó muy compleja?

Es la primera causa con un futbolista y un tema relacionado con el fútbol, porque tampoco hay muchos, al menos en el ámbito penal. En este asunto había dos hechos delictivas, corrupción entre particulares, por el supuesto oscurantismo en la gestión del fichaje, en el que mi cliente no tenía acusación, y que es el más novedoso porque tiene muy poca tradición en España. No es muy frecuente ni en el fútbol ni en otros ámbitos por lo que aprendí mucho escuchando a mis compañeros. El otro era la estafa, que aunque es común también era una modalidad no muy habitual, sin embargo, los delitos económicos los llevamos desde hace mucho tiempo así que la parte técnica de preparación no era muy diferente y no ha sido la más difícil ni de lejos.

De lleno en el juicio, la Fiscalía ha retirado las acusaciones, ¿se prevé una absolución?

Parece anunciar algo, pero hay que esperar a la sentencia. No sería el primer caso en el que hay condena con la Fiscalía apartada. La Fiscalía ha actuado muy profesional y objetivamente, con un informe muy amplio tras largas sesiones de juicio. Siempre es un alivio que la acusación cualificada, me refiero en cuanto a objetividad no de parte, se retira, lo que pronostica en principio un buen resultado, aunque insisto, habrá que esperar a la sentencia.

Deduzco que será un proceso de largo recorrido aunque haya sentencia…

Me temo que sí. Siempre tendrá un recorrido por vía de recursos. Si fuese una condena para los acusados, ya adelanto que indudablemente las defensas recurriríamos. Si fuera una absolución yo creo que la acusación particular se lo plantearía, porque además en cuanto al fondo de inversión y el grupo Sonda había un componente emocional y personal importante y entiendo que no estarían satisfechos. Pero hay un tercer escenario, que las defensas recurramos la absolución porque hemos pedido imposición de costas, algo que no es muy común, ya que el resultado del juicio fue tan apabullante que no se evidenció ni un solo dato de condena.

¿Hablamos de costas muy elevadas?

Pues se calculan sobre la Responsabilidad Civil y está en 24 millones de euros.

Casi como las multas al narcotráfico

Sí, con una diferencia que las del narcotráfico no se suelen pagar y en este caso hay solvencia. Esperamos ganar el juicio y una condena en costas, porque cuando una persona sale absuelta después de diez años de procedimiento hay una carga emocional que se valora muy poco en las sentencias.