Supermercados de Vigo se protegen al aumentar el robo de alimentos

Una humilde lata de atún no se parece al caviar ni al whisky escocés más exclusivo, pero ahora se expone en las estanterías de algunos supermercados en recipientes herméticos. Casi todo lo que pasa de los cinco euros merece una especial vigilancia para las grandes cadenas.

Los supermercados reconocen que el incremento de los precios de los alimentos, que inició una escalada desde 2021, está provocando en paralelo una mayor incidencia de los robos en los establecimientos. Las empresas ya han tomado medidas con todo tipo de dispositivos de vigilancia y de alarma, aunque reconocen que siempre hay quien consigue burlar estos dispositivos. Hay robos casi a diario.

A diferencia de años anteriores, en los que podía haber algún tipo de acuerdo con el que era pillado in fraganti con mercancía, ahora se denuncian todos los casos principalmente para que tenga un efecto disuasorio.

El personal de los supermercados, sean cajeras o vigilantes, no da crédito a las situaciones que están viviendo. En fecha reciente una gran cadena interceptó a una persona que había robado infusiones por un importe que apenas superaba los 8 euros. En otro establecimiento detectaron que alguien se quería llevar langostinos y buey. “Esto no lo hacen por hambre, imaginamos que sería para revenderlo”, apuntaron. Y hay clientes que pagan una parte y la otra la intentan llevar escondida en el bolso.

Entre los productos que más se llevan está el queso de tetilla, las bebidas de todo tipo, el bacalao o el pulpo. Este último cefalópodo aparece ahora “encadenado” en el frigorífico, protegido con una red y una alarma como si fuera una joya de varios quilates. Hasta ahora era habitual poner alarmas en productos de electrónica, pero ahora mismo están por todas partes. Hay centros que ponen una pegatina con alarma a todos los productos, con el trabajo que conlleva, y otros que instalaron más cámaras de seguridad y más vitrinas.