Subir al Monte Alba para quitar el miedo con San Bartolomé

En la cima del Monte Alba, cientos de personas se reunieron ayer para “quitar o medo” con San Bartolomé. La capilla de Nuestra Señora del Alba, como cada año, se convirtió en lugar de encuentro para los fieles que acuden por devoción, por promesas o ya por costumbre.

La subida de la imagen desde la iglesia de Valladares hasta la capilla se producía bien temprano, a las 9 horas. De camino por la empinada subida, ya se podían avistar los bares que albergarían a decenas de personas durante el medio día, tras las misas que se llevarían a cabo durante toda la mañana en la ermita de lo alto del monte.

Las preciosas vistas desde el edificio no eclipsaron los tradicionales paseos del santo a hombros de los miembros de la comisión de fiestas, después de las misas de las 10:30, 12 y 18 horas. La charanga 'Os imperiais' y el grupo de gaitas ‘Ventos de Comesaña’ amenizaban la espera de los deseosos por recibir la bendición, a modo de golpe en la cabeza, tras el paseo. Al mismo tiempo, se realizaban las pujas en las que mayores y niños luchaban por llevarse curiosos premios como una gallina o hasta un conejo. Ana y Carmen, mientras tanto, esperaban su turno fuera de la capilla. “Nunca lo hemos hecho, pero este año queremos animarnos a recibir la bendición cuando se despeje un poco la ermita”, explicaba Ana.

Tradición y fe es lo que atrae a la mayoría de los presentes en la ceremonia, pero también la costumbre o las promesas. Mar y su madre se emocionan mientras ven al santo pasar, ya que el motivo de su presencia en este precioso enclave es el de un ofrecimiento gracias a su padre. Él, paciente de un grave cáncer hace unos años, desde su habitación en el Cunqueiro prometía acudir todos los años, si se curaba, a aquella capilla que veía todos los días por su ventana. Ayer, toda la familia se encontraba al completo en la celebración por cuarto año consecutivo, tras momentos muy difíciles.

El próximo 8 de septiembre, cientos de personas se volverán a reunir en el mismo enclave para presenciar la bajada de las imágenes de San Bartolomé y la Virgen de Santa Alba hasta la iglesia parroquial, desde donde subieron a la capilla los días 15 y 24 de agosto.