El sector prevé 85 fiestas ilegales de Fin de Año, un 22% menos

El presidente de la Federación de Discotecas y Salas de Fiestas de Galicia, Samuel Pousada, celebra que la tendencia esté a la baja por primera vez tras el covid

Samuel Pousada, ayer en el hotel Ciudad de Vigo antes de su comparecencia anual ante los medios.
Samuel Pousada, ayer en el hotel Ciudad de Vigo antes de su comparecencia anual ante los medios. | Vicente Alonso

Samuel Pousada, presidente de la Federación de Asociaciones de Empresarios de Discotecas y Salas de Fiestas de Galicia (Fesdiga), compareció ayer ante los medios para denunciar, como ya viene siendo habitual en estas fechas, la situación de las fiestas ilegales de cara a la celebración de Fin de Año. Indicó que para este año se prevén unas 250 fiestas ilegales en toda Galicia: 85 en las provincias de A Coruña y Pontevedra y 40 en las provincias de Lugo y Ourense, en cifras aproximadas.

“Estamos viendo que por primera vez desde el covid, tras el que hubo un desenfreno por las restricciones que duraron dos años, la tendencia va a la baja”, explicó el representante de los empresarios del ocio nocturno, quien precisó que las estimaciones son de un 22% menos de fiestas ilegales que el año pasado.

Con todo, apuntó que la gran mayoría de las celebraciones ilegales este Fin de Año se trata de locales con licencia –y por lo tanto acondicionados para este tipo de eventos– que o bien no piden la autorización para realizar dichas fiestas o bien sí lo hacen, pero no les llega a tiempo. En este punto, Pousada señaló que “una pequeña parte de la culpa es de los ayuntamientos y de la burocracia, ya que es impensable que en pleno 2025 siga siendo tan lenta”, llegando a afirmar que hay autorizaciones que “llegan tres meses después de la celebración de la fiesta”. Debido a esto, argumenta el presidente de Fesdiga, “hay algunos locales que se exceden”.

Por otra parte, el 15% de las fiestas ilegales son las conocidas como “clandestinas”, de acuerdo con Samuel Pousada. Esto es, “locales que se alquilan sólo para esa noche, sin acondicionar, sin personal dado de alta…”, puntualiza. Estas son las que más peligro presentan, no sólo para el sector, sino para la salud y seguridad de los asistentes, según indicó el propio Pousada.

Pendientes de la ley de prevención de adicciones

Pousada aprovechó la ocasión para hacer una pequeña valoración sobre la ley de prevención de adicciones en menores promovida por la Xunta y que entrará en vigor, si todo va según lo previsto, en abril de 2026. Señaló que el sector valora “muy positivamente” la existencia de esta normativa, que entre otras cosas prohibirá el consumo de alcohol en la vía pública, permitirá a mayores de 16 entrar en salas de fiestas sin estar acompañados y regulará la venta de bebidas energéticas a menores. Sin embargo, destaca que no está de acuerdo en “haber quitado la sanción a los ayuntamientos que no sancionen conductas como el botellón”, ya que “aunque era calderilla para un ayuntamiento, servía como concienciación”. En este sentido, el presidente de Fesdiga quiso dirigirse directamente a los gobiernos locales para que sean “responsables” y hagan cumplir esta normativa que prohibe el consumo de alcohol en grupo en la vía pública “ya que la Xunta decidió dejar la capacidad sancionadora a los ayuntamientos”, criticando el “pasotismo” de algunos consistorios.

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