San Bartolomé quitó el miedo un año más en el Monte Alba

La lluvia durante toda la mañana no fue impedimento para que los devotos del Monte Alba estuvieran ayer a primera hora en la ermita para honrar a San Bartolomé, con permiso de la Virgen del Alba. La de ayer es una de las romerías más singulares de Vigo y de la parroquia de Valladares, porque los fieles acuden para quitarse el miedo y que el santo interceda por ellos. Lo hace mediante unos golpes en la cabeza de cada persona que se acerca al santo.

La capilla de Nuestra Señora del Alba, como cada año, se convirtió en lugar de encuentro para los fieles que acuden por devoción, por promesas o ya por costumbre.

La de ayer fue la segunda de las tres citas que los romeros del Alba tienen cada año. La primera es el 15 de agosto, con la subida a la ermita de la Virgen del Alba desde la parroquia. Ayer le tocó el turno a San Bartolomé y el próximo 8 de septiembre será el momento en que ambos, juntos, serán devueltos a la iglesia parroquial, para cerrar el ciclo.

Cientos de personas se arremolinaron alrededor de la ermita para la procesión que la rodea, pero también para seguir después otras actividades más paganas.

En una mañana amenizada por el grupo de gaitas O colo do vento y la charanga Os Jalaticos, hubo también pujas de animales y los vecinos quedaron emplazados para la tercera romería.

El próximo 8 de septiembre, cientos de personas se volverán a reunir en el mismo enclave para presenciar la bajada de las imágenes de San Bartolomé y la Virgen de Santa Alba hasta la iglesia parroquial, donde pasarán el año hasta el próximo verano.