Samil y O Vao se convierten en referentes para practicar parkour
El parkour y el trickz ya son habituales en Samil, donde sus adeptos realizan increíbles acrobacias
Vigo es un referente en la páginas de internet dedicadas al parkour, también conocido como el deporte de correr la ciudad libremente (free running) evitando cualquier obstáculo únicamente con las facultades del propio cuerpo, realizando auténticas acrobacias sobre el mobiliario urbano. Ya han surgido variantes como el trickz y el street stunts.
Martín Botana, con nombre de guerra Tommy, se reúne cada fin de semana en Samil con Jair, Chino, Iván, Jorge y Mon, amigos que conoció en la playa mientras practicaban trickz (volteretas en la arena). Con quince años, les une su pasión por el más difícil todavía: Lo practicamos desde hace unos tres meses, pero ya hacemos buenos saltos. Ahora me gusta más que el parkour, sostiene Tommy, que conoció esta técnica de experimentar la ciudad a través de internet: Hay vídeos en los que hacen cosas increíbles. Nosotros también enviamos uno con mis saltos.
Según Tommy, la edad ideal para practicar las volteretas sobre la arena está en los catorce o quince años: En esta modalidad, los chicos no suele tener más edad. Los mayores prefieren el parkour.
Los jóvenes acróbatas de Samil se ayudan de una boya para coger mayor impulso y alcanzar más altura: La enterramos en la arena hasta la mitad y el efecto es mejor que el de una cama elástica, sostiene Tommy, quien asegura no tener miedo a una mala caída o a romperse algo: La cuestión es pasarlo bien y disfrutar de los saltos.
Prácticas de origen francés
Tommy y sus amigos son cultores del trickz, una variante del parkour (PK). Es un deporte que ha conquistado a los jóvenes, residentes en las ciudades a nivel internacional. Sus vías de difusión: el cine, con películas como la nipona Yamakasi o Space Chase, e internet.
El origen de este nueva práctica urbana hay que buscarlo en el método de entrenamiento (Método Natural), desarrollado por George Hébert, un oficial de la Armada Francesa, antes de la primera Guerra Mundial, inspirándose en las habilidades atléticas de los indígenas africanos y basándose únicamente en las posibilidades del cuerpo humano. Hébert adoptó el lema de ser fuerte para ser útil. Décadas después, el francés David Belle aprendió la técnica de su padre, bombero y militar, y la trasladó a las calles de su ciudad, Lisses, creando una versión urbana. Junto a Sebastián Foucan difundieron el nuevo deporte.
La disciplina, que requiere una gran preparación física para realizar saltos, escaladas o descensos, recibió su nombre, Parkour, de la palabra francesa parcour (recorrido), y sus practicantes, traceurs, porque marcan su camino salvando los obstáculos de la ciudad.
El street stunts, el más difícil todavía ya está en Vigo
Para Tommy, la variante más complicada del parkour es el street stunts: Consiste en llevar las piruetas de la playa sobre el cemento, a las calles. Aquí sí que es muy fácil romperse un brazo.
Esta nueva modalidad de acrobacias comienza a verse por las calles viguesas y cada vez son más los adeptos a este arte urbano, que la consideran como una auténtica filosofía de vivir y experimentar el entorno. Vigo y sus traceurs son una referencia obligada en los foros de internet.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último
Condado/Paradanta
El arte urbano cambia la estética del IES de Salvaterra
Elecciones en Extremadura
Cerca de 900.000 extremeños están llamados a las urnas
Fernando Ramos
La manipulación política de la denuncia contra Suárez