La reparación garantizará la plena operatividad de Eiras

La obra de urgencia permitirá mantener el suministro al área metropolitana; la Xunta se reserva pedir responsabilidades al Concello, que llama negligente a Augas de Galicia

La torreta de control en Eiras, donde se marca el nivel del embalse, ahora al 80%.
La torreta de control en Eiras, donde se marca el nivel del embalse, ahora al 80%. | Jorge Castro

La Xunta inició las obras de emergencia para reparar la presa de Eiras -que da servicio a la ciudad de Vigo y a su área metropolitana- con una inversión de cerca de 2,3 millones de euros. Los trabajos se centran en el relevo de las cuatro válvulas de toma de agua que regulan el flujo de agua que se envía a la estación de tratamiento de agua potable del Casal como paso previo al suministro a la población de la zona, más de 400.000 personas entre Vigo, Cangas, Moaña, Redondela, Soutomaior, O Porriño, Mos, Salceda y Vilaboa.

Estas cuatro válvulas de toma de agua fueron instaladas en 1977 y nunca renovadas, por lo que presentan uno deterioro estructural generalizado, con corrosión avanzada y riesgo de fallo en plena actividad, lo que podría derivar en el futuro en interrupciones puntuales del servicio, motivo por lo que es preciso actuar de manera inmediata, indica un informe avalado en el Consello de Goberno de la Xunta. Dada la gravedad técnica de la situación y que se trata de una infraestructura crítica, la Xunta está actuando mediante una obra de emergencia. El Ejecutivo gallego lamentó que el gobierno local nunca notificara la existencia de incidencias en esos elementos -dos de ellos especialmente dañados, lo que puede poner en riesgo a suministro- a la Administración hidráulica autonómica a pesar de que el personal municipal o concesionario las manipula diariamente, algo que permite constatar su evidente deterioro.

El Gobierno gallego se reservó la posibilidad de emprender en el futuro acciones para reclamar responsabilidades al Concello de Vigo “por su actuación negligente”. El consistorio vigués emitió una nota donde señala que desde enero de 2023 la conservación y mantenimiento de los elementos de la presa le corresponden a Augas de Galicia “y así está recogido en el acuerdo firmado después de que este Ayuntamiento entregó las llaves de las instalaciones en 2023”. Recuerda que desde 2023 la Xunta no detectó ninguna deficiencia y que pasados más de dos años, en abril de 2025, fue conocedora del estado de las válvulas. “Estuvo 7 meses sin hacer absolutamente nada en una gravísima actitud negligente e irresponsable”, zanjó.

Los tres embalses del área se encuentran en su nivel máximo autorizado para la estación, en el 80% Eiras y Zamáns y el 90% Baiona, con los aliviaderos funcionando. En noviembre, cayeron en Fornelos 700 litros, una cantidad espectacular incluso para ese municipio, con el total acumulado del año rondando los 3.000 litros. Lejos queda ya la amenaza de septiembre, tras un verano muy seco.

Una obra para mantener el abastecimiento

La Xunta señaló ayer que los trabajos se acelerarán el máximo posible acortando aquellas operaciones que puedan realizarse sin comprometer la seguridad con el fin de restablecer lo antes posible la plena operatividad de la infraestructura. En paralelo, y dado que para cambiar a las válvulas es preciso vaciar y aislar la torre de toma de agua, se desarrollarán actuaciones de emergencia para habilitar un sistema alternativo con el que garantizar el suministro de agua a la ciudadanía. Esta cuestión se resolverá con la instalación de un sistema de bombeo provisional (bypass) que permita mantener el caudal de abastecimiento -unos 900 litros por segundo- hacia la potabilizadora del Casal.

Mantiene el Gobierno gallego que las averías en dos de esas cuatro válvulas de toma de agua fueron detectadas este mismo año pues a pesar de que la presa fue transferida por el Estado a la comunidad en 1986, “la negativa del Ayuntamiento de Vigo a reconocer la titularidad de la Xunta y los procesos judiciales aparejados provocaron que el personal del servicio de explotación, mantenimiento y conservación del embalse contratado por Augas de Galicia tuvo dificultades para acceder a la zona en la que se encuentran estos elementos”. El personal técnico responsable de la conservación del embalse, añade, no pudo realizar revisiones integrales de las instalaciones hasta este mismo año, “cuando se puso fin la esa situación anómala que venía arrastrándose”.

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