Episodios vigueses
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El rector de la Universidad de Vigo, Manuel Reigosa, valora muy positivamente la posición de la institución que preside en el ránking Shanghai en un año en el que universidades históricas como Sevilla, Zaragoza o Santiago de Compostela bajaron dos escalafones de golpe en esta clasificación que, como recuerda el propio Reigosa, “es la más prestigiosa de todas las que clasifican a las universidades porque utiliza solamente datos objetivos”. Esta publicación les sirve, argumenta, para “conocer la salud académica de la institución”.
Eso sí, el jefe del equipo de gobierno de la UVigo advierte: “Parece fácil estar ahí, pero no lo es”. En el mundo existen cerca de 30.000 universidades, de las que 2.500 están monitorizadas por el ARWU, que solamente publica las 1.000 mejores. “De cada 30 universidades del mundo, sólo entra una en el ránking y nosotros llevamos ya un tiempo ahí, sabiendo que no estamos demasiado lejos de estar entre las 500 mejores”, contemporiza.
En clave nacional, de las más de 80 instituciones de educación superior que funcionan en España, menos de la mitad (38) entraron este año en el ránking de Shanghai, y entre estas, la UVigo ha logrado colocarse entre las 14 mejores y por primera vez en una década, por delante de la Universidad de Santiago de Compostela.
“Llevamos toda la vida reconociendo y favoreciendo el talento, mérito y esfuerzo de nuestros investigadores, que es lo que nos coloca en esta posición”, asegura el rector de la UVigo, que insiste en ponerse como objetivo de este segundo mandato (que terminará en 2026) llegar a situarse entre las 500 mejores del mundo otra vez tras el breve periplo (2011-2012) en el que la UVigo figuró tan arriba en el ránking durante el gobierno de Salustiano Mato.
Además, añade que tiene “mucho mérito” debido a la gran diferencia “entre los presupuestos que se manejan en España y los del resto del mundo” en las posiciones más nobles del ránking de Shanghai. Reigosa también quita importancia al hecho de haber quedado por encima de la USC como primera universidad gallega porque “lo que importa es que los gallegos pueden estar satisfechos de tener un gran sistema universitario”.
Así, el siguiente paso de la UVigo pasa por seguir creciendo para mantener el nivel en el ránking de Shanghai e incluso poder llegar a ponerse entre las 500 mejores universidades del mundo. Para ello, la institución debe afrontar un grandísimo reto: la renovación del personal. “Son fundamentales los programas de captación y retención del talento, hay que acertar y conseguir atraer a muchos investigadores de alto nivel que sean capaces de, por lo menos, ayudar a mantener esta posición”, explica Reigosa, consciente de que en menos de 10 años la mitad del personal docente e investigador de la UVigo se jubilará.
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