El Registro Civil de Vigo retoma su marcha tras la licencia a la sala de bodas

La nueva sede del Registro Civil en el Casco Vello está cada vez más cerca, tras haberse completado el último paso pendiente. En la próxima Gerencia de Urbanismo, el martes, se aprobará la licencia de obras para convertir el local anexo en Abeleira Menéndez en sala de bodas. Aunque la mudanza lleva casi un año de retraso, el traslado podría comenzar antes de que finalizara el año. La salida del Registro de la calle Lalín también permitirá iniciar la reforma del edificio para sede de asociaciones, que es la propuesta aprobada por la Xunta, con un proyecto del arquitecto Alfonso Penela, el mismo de la Cidade da Xustiza.

Las oficinas de la calle San Sebastián, donde se dará servicio al público, ya están prácticamente listas, tras el proyecto de adaptación llevado a cabo para poder acoger al personal funcionario además de los despachos y el archivo (lo más complicado). La sala de bodas está separada en la calle anexa y cuenta con salón, despacho, aseo y un patio, con un aforo máximo autorizado para 21 personas. Inicialmente, hace más de una década, la Xunta había adquirido ese inmueble con el objetivo de acoger el archivo del Registro Civil conectándolo de forma interna con el edificio principal, pero las normas urbanísticas impidieron dicha conexión, por lo que el complejo quedó dividido en dos. Finalmente, se desechó la idea de convertir el espacio en archivo, lo que habría supuesto al personal tener que recorrer una manzana par poder hacer una consulta.

Así, aunque ya se había levantado una sala de vistas en el inmueble de San Sebastián, para el antiguo juzgado de cláusulas suelo compartido con la Oficina de Notificaciones y Embargos, se acordó una reestructuración tras la inspección de los técnicos y la reunión con la magistrada y letrada judicial. Los futuros contrayentes del Registro Civil no tendrán que atravesar las oficinas para poder casarse, sino que lo harán por Abeleira Menéndez, prácticamente al lado de la Pinacoteca convirtiendo así esa calle en uno de los “centros nupciales” en Vigo.

En este sentido, el alcalde censuró la capacidad del local, “en una sala de 36 metros cuadrados”, lo que supone “una degradación que la Xunta proporcione este inmueble para celebrar bodas civiles en la ciudad”, frente a Castrelos o la Pinacoteca.