La cita previa satura a los usuarios del Registro Civil años después del covid

“Tengo mal la rodilla y me cuesta desplazarme, el año pasado vine sin problemas pero ahora me dicen que tengo que pedir cita previa”, comentaba ayer una viguesa tras abandonar el Registro Civil sin conseguir la fe de vida. Tanto el personal, como en la misma puerta, en el laberinto de instrucciones con un total de ocho carteles se especifica que para ese trámite tiene que solicitar la cita y que en este caso lo puede hacer por teléfono, aunque solo de 13:00 a 14:00 horas de lunes a viernes. Tras escuchar dicha información, señalaba que “durante el covid sí lo hice pero ahora no tenía ni idea y no sé cuándo podré volver a venir, si no llega a ser por otra persona que había allí y que se quejó, me lo hubieran expedido”.

Lo que ocurrió con esta vecina es algo casi habitual. Personal asignado al servicio explicaba que si bien la puesta en marcha del número de teléfono puesto por Xustiza rebajó los problemas de las personas con acceso a internet para las fes de vida, todavía no se han solucionado los problemas. Las colas presenciales que había hace años han terminado pero se mantienen las virtuales por lo que usuarios de paso y también mayores siguen teniendo dificultades, cuatro años después de que el covid disolviera las aglomeraciones ante las administraciones públicas.

Entre las instrucciones que más cuesta seguir se encuentran las referentes a la solicitud de certificaciones de nacimiento, matrimonio o defunción por internet, porque “los enlaces no siempre funcionan”, explicaba otro usuario.

Tampoco resulta sencillo para todo el mundo poder conseguir la cita previa a la primera o las instrucciones y documentación a aportar en caso de que no sean fes de vida, certificados estos últimos que son mayoritariamente para personas de edad avanzada, las más afectadas por la brecha digital.

La dependencia de un servidor, de que internet no falle o la dificultad de rectificar en caso de dudas acaba generando malestar. Los funcionarios de la oficina son testigos de las diversas situaciones que se producen en las dependencias de la calle Lalín y que les obligan a armarse de paciencia, realizando incluso los agentes de la seguridad del edificio labores informativas y explicativas para tratar de ofrecer alternativas y soluciones.

Antes de acceder, la información al servicio del usuario pasa desde un código QR, al teléfono de atención para fes de vida, los trámites y certificados que se pueden hacer por internet, y la documentación que debe imprimirse, cómo solicitar la cita previa e incluso cómo solicitar Justicia Gratuita por internet, con los impresos y requisitos y la dirección de correo a la que enviar las peticiones.

A pesar de tal batería de mensajes, estos pasan inadvertidos para quien accede al Registro y sigue habiendo despistes sobre su ubicación. “Me fui hasta la Cidade da Xustiza pensando que ahora todo era allí y resulta que no”, aseguraba una mujer.

Una medida cuestionada que sigue todavía vigente

Las críticas sobre la cita previa solo por internet llevaron a Xustiza a implantar un número de teléfono en el caso de las fes de vida del Registro Civil, que no ha logrado paliar por completo los problemas. Este sistema sigue vigente en la mayoría de Administraciones públicas, pese haber sido cuestionado tras la pandemia Fue una campaña del abogado vigués Diego Gómez Fernández la que puso sobre la mesa la ilegalidad de la obligatoriedad de dicho sistemas y se han logrado algunas modificaciones incluyendo alternativas presenciales, como en el caso de la delegación de Tráfico, que permite a los mayores de 65 años acudir sin necesidad de cita previa.