El Club Náutico inicia una reestructuración de servicios: limita el acceso a socios tras cerrar la hostelería

“Es probablemente la más dura de las decisiones que hemos tenido que tomar hasta ahora, pero también creemos que es la más responsable y necesaria para asegurar el futuro de nuestro club”. Con esas palabras explicaba el presidente del Club Náutico, Tone Pérez, a sus socios la decisión adoptada por la junta directiva que afecta directamente al cierre del área de hostelería y al acceso al club, limitado a partir de ahora a miembros y acompañantes.

Los problemas para mantener a flote la entidad no han terminado. Según la junta directiva, el Náutico viene de un concurso de acreedores y debe ceñirse escrupulosamente al plan de pagos marcado para asegurar su pervivencia y estabilidad económica.

Con ese objetivo, la junta se ha visto obligada a priorizar el deporte frente al área de hostelería, aludiendo a los propios estatutos. La razón está en los números: el servicio, pese a que en 2025 ha facturado más, también ha incrementado sus pérdidas, unos 10.000 euros al mes y con un acumulado total de 240.000 euros en los tres últimos años, equivalente a las pérdidas de dos secciones deportivas.

Esto ha llevado a cambiar el modelo de servicio en todo el club, habilitando máquinas de autovending en Vigo y Nigrán. El acceso queda limitado a socios y acompañantes, con café, chocolate, infusiones y agua disponibles exclusivamente para miembros del club.

Pérez argumentaba que se trata de asegurar que el Real Club Náutico siga siendo una “institución referente, moderna y sostenible”, y que, aunque desde enero intentaron mejorar el servicio de hostelería, el modelo de explotación resulta deficitario.

Durante meses se mantuvieron precios contenidos y se trató de optimizar la gestión interna, incluso con el apoyo de un asesor especializado, sin lograr frenar las pérdidas, comprobando que el problema no residía en la gestión diaria. En cambio, el puerto deportivo da beneficios y el área deportiva es deficitaria por definición, por lo que se continúa trabajando en la consecución de nuevos patrocinios. Para el presidente, las pérdidas acumuladas en hostelería son un lastre insostenible.

Malestar entre los despedidos por “desprotección y falta de transparencia”

El cierre del área de hostelería ha llevado al despido de una quincena de trabajadores. Pérez calificaba en su carta a los socios este hecho como un “impacto humano muy importante”, agradeciendo el trabajo y la dedicación de las personas afectadas.

Sin embargo, entre los afectados hay malestar por la forma en que se comunicó la decisión. Según una de las extrabajadoras, ni el presidente ni ningún miembro de la junta directiva estuvieron presentes durante la reunión de despidos, lo que generó sensación de desprotección y falta de transparencia.

Asimismo, añadía que en las últimas semanas, alrededor de 20 personas han sido despedidas sin explicación clara, muchas de ellas con años de experiencia y compromiso con el club.

Desde el club se aclaró que la directiva no participa en contrataciones ni despidos, y que la decisión se toma en apoyo del interés económico del club, aunque consideran que esta decisión debería haberse tomado en otros mandatos. Ahora, se inicia una fase de reestructuración tras comprobar que el modelo de gestión previo no funcionaba.