Los radiólogos aceptan la oferta de un refuerzo entre semana

La huelga de los radiólogos del área viguesa, que provocó la suspensión de 2.000 pruebas diagnósticas desde el 6 de octubre, podría estar a punto de concluir en caso de que el Sergas acepte la contraoferta del colectivo. Consiste en ceder en parte de sus aspiraciones, al aceptar la propuesta del Sergas de permitir que haya un tercer radiólogo de guardia entre semana, con la condición de que este refuerzo se pueda extender también al fin de semana hasta que se incorporen nuevos profesionales al servicio (ahora mismo hay cinco vacantes).

De seguir el conflicto, a fin de mes habría 3.000 pruebas aplazadas, el mismo volumen que realiza un radiólogo al año.

Recuerdan que sus reivindicaciones no son económicas, sino de refuerzo de personal para garantizar que se mantenga la calidad asistencial. “Nos preocupan tanto la pruebas radiológicas que se dejan de hacer como la pérdida de calidad diagnóstica y de seguridad clínica en contextos de sobrecarga, especialmente en las urgencias hospitalarias”, señala el colectivo.

El Sergas les ofreció esta semana la posibilidad de contar con un tercer radiólogo de presencia física los lunes y también los días de semana en los que no hubiese residentes de radiología de tercer y cuarto año, así como un refuerzo parcial de las guardias de martes a viernes hasta las diez de la noche. Inicialmente lo rechazaron al entender que no responde a la carta asistencial que afrontan a diario en las guardias (no solo los lunes) y porque los residentes son médicos en formación que pueden requerir la supervisión de un facultativo especialista.

“No pueden asumir de forma autónoma las responsabilidades propias de un especialista y menos aún en un servicio de urgencias con elevada complejidad diagnóstica”, subrayan.

Por otro lado, escribieron una carta a la ciudadanía, en la que entre otras cosas expresan su preocupación "por el creciente proceso de externalización de estudios radiológicos a centros privados o concertados, lo que alimenta el temor a una progresiva privación del servicio público de radiología".