Lo que trajo (bueno) el "Prestige"

El hundimiento del “Prestige” arrastró consecuencias más allá de la marea negra que se alargaron al ámbito político, social y también a infraestructuras, cuyo desarrollo se promovió en ese momento desde la Xunta o ayuntamientos como una especie de compensación por los daños. Y, claro, también, o sobre todo, en el ámbito marítimo, con la prohibición de que pudieran navegar los petroleros monocascos, como el “Prestige”.

-El Parador de Costa da Morte. El pasado 25 de octubre, se inauguraba oficialmente el Parador Costa da Morte, una petición expresa tras el “Prestige” del entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, a José María Aznar. Hubo visto bueno, pero han tenido que pasar casi 20 años para la puesta de largo formal del 98 de la cadena pública. Abrió el 25 de junio de 2020, pero la pandemia retrasó el acto formal. El Parador de Costa da Morte, según dijo la ministra Reyes Maroto en su inauguración oficial, “simboliza un ejemplo de integración con su entorno natural y patrimonial: un edifico único, vanguardista y moderno que se fusiona con las playas rocosas y salvajes de la Praia de Lourido, en lo que algunos han calificado como “los acantilados del fin del mundo”. El autor del proyecto original, el arquitecto vigués Alfonso Penela, también autor de la Cidade da Xustiza y Barrio do Cura, ideó un edificio con arquitectura del siglo XXI completamente integrado en las terrazas y cubiertas vegetales de la ladera.

-El Puerto refugio. La catástrofe dejó encima de la mesa una pregunta cuya respuesta no ha quedado clara: qué hacer en caso de repetirse el accidente de un buque petrolero, ¿volver a mandarlo a alta mar o traerlo a un puerto y en ese caso, a cuál? En ese debate se abrió paso la reclamación lanzada por el Concello de A Coruña, con Paco Vázquez al frente, de construir una nueva terminal en aguas abiertas y dejar los muelles del centro para cruceros y pesca. Vázquez jugó sus bazas y prestó el consistorio para un Consejo de Ministros de Aznar donde fraguó la idea, pese a que suponía una inversión multimillonaria. ¿Puerto refugio en Punta Langosteira? No, pero sí. La construcción de la terminal, avalada luego por la Xunta del bipartito y el Gobierno de Zapatero, se adjudicó en 430 millones, pero finalmente fueron empleados casi mil millones de euros. El Puerto coruñés recibió dos préstamos por 300 millones del Banco Europeo de Inversiones y Puertos del Estado. Que su Autoridad Portuaria tiene que devolver. Y además, 140 millones más como mínimo para llevar el tren, proyecto en marcha. Aunque no sea oficialmente refugio, en la práctica ha recibido varios buques en dificultades, como quimiqueros o tanques.

-Casco doble. El Prestige era un buque monocasco, pese a que ya había convenios en la Organización Marítima Internacional (OMI) que exigían a los petroleros que fueran de casco doble. El accidente fue definitivo. A raíz del naufragio todos los petroleros tuvieron que ser modificados (o retirados del servicio) al alcanzar una determinada edad (30 años como máximo). En abril de 2001, la OMI adoptó un calendario revisado de eliminación progresiva de petroleros de casco sencillo, que entró en vigor el 1 de septiembre de 2003, poco antes del accidente. Justo después del naufragio, en diciembre de 2003, las prescripciones fueron objeto de nuevas revisiones y se aceleró aún más el calendario de eliminación progresiva. Dichas enmiendas entraron en vigor el 5 de abril de 2005. Una regla nueva relativa a la prevención de la contaminación por hidrocarburos procedente de los petroleros que transporten hidrocarburos pesados prohíbe el casco sencillo de peso muerto igual o superior a 5.000 toneladas tras su entrada en vigor (5 de abril de 2005).

-Plan Galicia. Poco después del “Prestige”, la Xunta impulsó con el Gobierno el denominado Plan Galicia, por 12.450 millones de euros, que tenía como finalidad impulsar la economía de las zonas afectadas y en general de toda la comunidad gallega. Fue aprobado en el Consejo de Ministros celebrado en el Concello da Coruña en enero de 2003. Ahí entraba el puerto exterior coruñés y el parador de Muxía, y millones para infraestructuras, con el AVE como su principal baza. El cambio de Gobierno central supuso el parón. Famoso fue cuando Magdalena Alvarez, entonces ministra de Fomento, calificó la iniciativa de “Plan Galicia de mierda”. Fue un asunto de las elecciones gallegas de 2005, donde Fraga perdía la mayoría absoluta y con ello la presidencia gallega. El AVE tuvo varias fechas, siempre retrasadas: este año al fin finalizó la línea desde Madrid a Ourense. Se espera para mayo de 2023 la conexión rápida desde Vigo y Coruña con los trenes Talgo Avril, que harán el recorrido en tres horas y 35 minutos. Otro asunto es la famosa variante de Cerdedo, que lleva 20 años en estudio. No hay presupuesto para una obra de 2.300 millones.