El Puerto de Vigo completa su blindaje contra los tráficos ilegales

La Autoridad Portuaria prevé tener para el nuevo año a pleno rendimiento la infraestructura que albergará los equipos de inspección radiológica en la terminal de Guixar. Dichos equipos son los que se encargan de las inspecciones que la Agencia Aduanera realiza para velar por la legalidad en la importación y exportación de las mercancías. Destaca que también puede captar material radioactivo. Esta instalación consiste en una edificación industrial de hormigón con muros de gran espesor para contener los equipos de inspección radiológica que albergará. El Gobierno de Estados Unidos exigió que hubiera dicho portal de control radioactivo en el Puerto para poder dar el visto bueno a las exportaciones de mercancías desde Vigo, que cuenta con varias líneas marítimas directas con Norteamérica con miles de toneladas, tanto a EEU como a Canadá. De hecho, el primer escáner lo instaló y pagó el Ejecutivo de Washington, que a continuación se lo cedió a Aduanas de España para su gestión. Solo otras cinco terminales marítimas españolas -cuatro en la península- disponían de este servicio, siendo Bilbao la otra de toda la fachada Norte española.

Con unas dimensiones de 40 x 15 metros de ancho y una altura de muro de hasta 9 metros acogerá escáneres de inspección de última tecnología con barrido tanto horizontal como vertical, y un portal espectrométrico, que es el equipo encargado de analizar la posible existencia de materiales radioactivos. Además, se ubicarán unas estancias fuera de dicha nave para que personal de la Agencia Tributaria pueda realizar sus labores de control y administrativas.

Actualmente, las obras se encuentran en desarrollo, ejecutando en estos momentos los trabajos de desvío de servicios afectados de la zona y la cimentación de la nave. El Puerto de Vigo invierte en total en este desarrollo 1,48 millones de euros con un plazo de ejecución de ocho meses, por lo que a principios del próximo año la infraestructura podría estar en servicio.

Dentro de los trabajos de construcción de esta nueva infraestructura se incluye la ejecución de una instalación fotovoltaica de autoconsumo con una potencia de 55,55 kWp. Esta instalación ha recibido ayudas, de acuerdo con la Convocatoria del procedimiento de concesión correspondientes a los programas de incentivos 4 y 5 vinculados al autoconsumo y al almacenamiento, las administraciones públicas y el tercer sector en el marco del Plan de Recuperación.

Una ‘radiografía’ para ver si la mercancía coincide

La Autoridad Portuaria dio en marzo otro paso adelante en el blindaje sus instalaciones con la adjudicación por 1,2 millones a la empresa Proyecon Galicia SA de la infraestructura que albergará la inspección radiológica que examinará con precisión el interior de los contenedores para evitar la entrada o salida de mercancías peligrosas, incluyendo material radioactivo. Estará acondicionada para albergar escáneres de inspección de última tecnología, con barrido tanto horizontal como vertical, así como un portal encargado de analizar la posible existencia de materiales radioactivos. Tanto la adquisición de esta moderna tecnología como el mantenimiento de los dispositivos actuales están siendo coordinados por Puertos del Estado en un proyecto en el que están involucrados los puertos de Vigo, Valencia, Barcelona, Algeciras, Bilbao y Tenerife, los únicos a nivel nacional que disponen de la más alta tecnología en inspección de contenedores.

En Vigo, esta tecnología se remonta al año 2012 como consecuencia del desarrollo del sistema Megaports. El nuevo control permitirá reforzar la seguridad y la protección de sus infraestructuras, además de detectar cualquier tipo de mercancía ilícita en los contenedores que realizan su entrada o salida a través de la terminal, lo que incrementará, su competitividad, resultando de un elevado valor estratégico para mantener e intensificar la actividad portuaria. El escáner y el portal espectométrico sustituyen el reconocimiento físico de apertura del contenedor por una “radiografía” para comprobar si la mercancía declarada coincide con la mercancía real.