El Puerto reconoce el daño de los paros y la pérdida de tráficos

nnn El Puerto de Vigo reconoció el éxito de la huelga y reclamó un esfuerzo negociador para evitar el "daño grave" que está provocando. Así lo señaló su presidente, Enrique López Veiga, quien tras reconocer que el paro ha sido secundada por el 100 por cien de estibadores, destacó que no hubo "ninguna alteración más allá del ejercicio legítimo de la huelga". El personal paró durante las horas impares y trabajaba en las horas pares con rendimientos "normales", permaneciendo en los muelles López Veiga agradeció de los trabajadores su conducta responsable, pero advirtió de que "no es un daño a la Autoridad Portuaria, sino sobre todo a ciudades y puertos como el de Vigo, porque un día o dos se resienten pero no es mucho, pero el -calendario- anunciado no es razonable".

Insistió en lo ya conocido: el solo anuncio de la huelga supone desvíos y cambios en las rutas de las navieras que hacen "mucho daños y tiene "sus consecuencias", y subrayó que la Constitución dice que la huelga se respeta como derecho, "pero los servicios esenciales no se pueden ver amenazados, y la economía de un país no puede estar sujeta a la acción de un colectivo".

"Si las empresas no tienen la garantía de poder entrar en un puerto y descargar en un tiempo preciso, escogen puertos alternativos", recordó López Veiga, que señala que Vigo tiene al lado Portugal, pero también están Francia o Marruecos con Tánger Med y un exceso de conflictividad e incertidumbre llega a producir desvíos de tráfico que luego es muy difícil recuperar".

López Veiga añadió que la aprobación del decreto era "una obligación inexorable" del Gobierno y "la liberalización del sistema de estiba es un hecho". Con todo, insistió en que los estibadores continuarán trabajando. "Nadie en su prescinde de un colectivo formado, lo que sí se pide es que se adapten a la nueva situación", dijo a los medios. Así las cosas, cree que no hay "razones para romper las negociaciones de esta manera y señalar un calendario de huelgas que hace daño", por lo que instó a las partes a "sentarse otra vez a negociar". n