Cabo Silleiro ya está listo para acoger un hotel
vigo
La instalación necesitaría contar con un operador privado en régimen de concesión
nnn La Autoridad Portuaria (APV) ha finalizado la reforma y mejora integral del faro de Cabo Silleiro, tras la inversión de algo más de un millón y medio de euros en un completo lavado de cara de su mayor instalación de señalización luminosa en la Ría con la idea de que se pueda poner en marcha su transformación en el hotel “con encanto”. Una operación que tiene encima de la mesa el presidente de la APV, Enrique López Veiga, y que ahora ya sólo depende, al menos en teoría, del visto bueno del Concello de Baiona al cambio de uso del edifico, que añadiría a la categoría de servicios -que mantiene para continuar como faro en automático- la posibilidad hotelera. Según indicaron en el Concello de Baiona, no le correspondería tramitar dicha petición formulada por el Puerto de Vigo, pese a que el complejo se encuentra en su término municipal sino a Puertos del Estado. No lo ven a sí en la APV y eso podría complicar llevar a buen puerto el proyecto. Como es conocido, se trata de utilizar el espacio que ha quedado libre al suprimirse la vivienda del torrero para abrir una dependencia hostelera que gestionaría una empresa privada en concesión administrativa.
Según destacó López Veiga, hasta ahora al menos habían constatado un fuerte interés entre sociedades hoteleras por hacerse con la explotación de Cabo Silleiro, siguiendo el modelo en otros faros destacados de la costa gallega. “La pandemia y todo lo que ha traído es probable que haya mermado el interés, pero hasta ahora, había firmas que nos han señalado su intención de optar", explica. De momento, la reforma del edificio ya está lista, que era la condición necesaria para poner en marcha el hotel Silleiro.
El edificio se compone de un cuerpo base, en forma de “C” y dos plantas de altura, y una torre centrada en el lateral largo del cuerpo base. Consta de unas dimensiones totales en planta de 46,46 metros de longitud por un ancho de 11,50 metros. Su emplazamiento, dominando la entrada a la Ría de vigo, entre Santa María de Oia y Baiona, en la ruta del Camino Portugués de la Costa sería un atractivo turístico de primer orden.
En paralelo, la Autoridad Portuaria también busca un destino para el primer faro de Silleiro, un pequeño edificio situado cerca del mar que durante años se encontraba en las inmediaciones del vertedero de Baiona. Una vez saneada la zona, la instalación se encuentra ahora en un paraje interesante para su explotación. Así lo entiende también Enrique López Veiga, quien reconoce su implicación personal en intentar encontrar un destino también el ámbito hostelero, como un bar, o una cafetería. Hasta ahora no ha sido posible, aunque la APV ha decidido implicar también a las cofradías de pesca y otras entidades en la recuperación, como el Grupo de Acción Costera Ría de Vigo-Baixo Miño.
Con respecto al faro de las Cíes, las reticencias del Parque Nacional a que haya hospedaje más allá de la zona acotada en el cámping han sido definitivas. No obstante, la Autoridad Portuaria ha decidido modificar y mejorar el acceso al faro de Cíes, para facilitar la llegada hasta el punto culminante de las islas viguesas. n
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