El psicólogo de Primaria lleva “cuadros adaptativos” leves
Luis Rodríguez es el primer psicólogo clínico que trabaja en centros de salud del área. El 70% de los pacientes que atiende son mujeres y un 41% tienen entre 45 y 65 años
La figura del psicólogo clínico en el centro de salud era una de las grandes demandas de la población en Atención Primaria. Los psicólogos del Sergas trabajan en los hospitales y en las unidades de salud mental que dependen del servicio de Psiquiatría. En 2020 se acordó incluir a estos profesionales en el equipo del centro de salud y contrataron a siete, uno para cada área sanitaria de Galicia, con el compromiso de aumentar paulatinamente esa plantilla. En Vigo el primero y por ahora único es el psicólogo clínico Luis Rodríguez Recarey, que trabaja desde la primavera de 2021 con la población adulta asignada a los centros de salud de Sárdoma y Bembrive.
Su consulta está físicamente en Bembrive y son los médicos de familia de ambos centros de salud quienes le derivan a los pacientes mediante una teleconsulta. Su primera función es hacer de filtro, porque hay personas que necesitan una atención más intensa en las unidades de psicología de salud mental y otras que puede atender en su consulta. Asume casos leves o moderados que se definen en general como “cuadros adaptativos”. Son pacientes que presentan malestar emocional, con síntomas que pueden ser de ansiedad, depresión o de somatizaciones y que son “reactivos a estresores”. Se encuentran también situaciones de personas que no son susceptibles de atención psicológica y en una valoración presencial única se resuelve el caso, normalizando el malestar o trasladándolo a otros recursos de la comunidad.
El 70% de los pacientes que atiende son mujeres y un 30% varones. Además, el 41% de los pacientes tenían entre 45 y 65 años, con datos recogidos en 2022 y 2023, seguidos con un 21% por personas que tenían entre 36 y 45 años.
Una de las ventajas del psicólogo clínico es que ayudará a reducir la sobremedicación que existía hasta ahora en Atención Primaria, porque no tenía otra alternativa terapéutica para estos pacientes ni tampoco el tiempo suficiente para valorar estos casos que a veces son muy complejos. España es de los países con mayor prescripción de psicofármacos, ansiolíticos y depresivos. La psicología ofrece alternativa a casos leves en los que el tratamiento farmacológico no es la primera opción terapéutica.
Explica que muchas veces se trata de “validar y normalizar el sufrimiento como parte de la vida” y cita el ejemplo del duelo por la pérdida de un ser querido en el que “hay que permitir el procesamiento del dolor, hacer un acompañamiento, sin que eso muchas veces requiera de un abordaje farmacológico”.
Los psicólogos también hacen un acompañamiento en la retirada gradual de psicofármacos cuando el paciente ya alcanzó una estabilidad clínica y bajo la supervisión del médico de familia. “Hay personas a las que en un momento puntual les dieron antidepresivos y pensaron que era para toda la vida”, señala.
Preguntado por si le llegan casos relacionados con problemas laborales, reconoce que sí, que son problemas estructurales o de política de empresa y que la solución está muchas veces en agentes sociales, como un abogado o un sindicato. “La gente no debería medicarse para afrontar sus trabajos”, subraya.
Por otro lado, valora que se otorgue más importancia al cuidado de la salud mental y al hecho de que se reduzca el estigma a la hora de pedir ayuda, pero apunta que a la vez se corre el riesgo de patologizar “el malestar de la vida cotidiana”.
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