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Sucesos
Prisión provisional comunicada y sin fianza. Esa fue la resolución de la magistrada del Juzgado de Instrucción nº1 tras tomarle declaración a Borja Rial, el hombre de 41 años detenido el sábado por rociar con gasolina a su expareja y prenderle fuego en la entrada de su casa en la parroquia de Valadares.
De acuerdo con la jueza de instrucción, estos hechos constituirían un delito de asesinato en grado de tentativa, por el cual el acusado será investigado por el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Vigo, a quien decidió derivar el caso dadas las circunstancias.
Rial pasó ayer a disposición judicial a última hora de la mañana y, en un interrogatorio que duró sobre una hora, se acogió a su derecho a no declarar, tras lo que la magistrada declaró su ingreso en prisión provisional.
La investigación sobre lo ocurrido el sábado en la casa de la joven Yohanna Comesaña continúa su curso. Según la propia joven, que pudo comunicarse con su familia justo después de sofocar las llamas, no cabía lugar a dudas de que había sido él, su expareja, que le había hecho la vida imposible desde que decidió romper su relación sentimental. Tanto es así que, como relatan fuentes de su familia, le había llegado a quemar el coche, aunque la denuncia e investigación posterior nunca llegaron a poder demostrar la culpabilidad de Borja. En los días previos al ataque, Rial habría acechado a su ex hasta el punto de esperarla en su trabajo, en el bar que regenta en la calle Regueiro; razón por la que, cuentan sus familiares, tuvo que llamar a la Policía en más de una ocasión.
Rial ya había pasado una semana en prisión provisional por tenencia ilícita de armas mientras duró la investigación de la muerte a causa de un disparo de una de sus parejas anteriores en 2010.
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