La presencia de radón en Vigo, de las mayores de España
Al menos una de cada diez mediciones de este gas noble realizadas en la ciudad presenta concentraciones potencialmente peligrosas para la salud
El subsuelo de la ciudad de Vigo esconde un ‘enemigo’ silencioso. Se trata del gas radón. A priori inofensivo, en concentraciones elevadas y con exposiciones prolongadas puede llegar a ser peligroso. De hecho, es un carcinógeno reconocido vinculado causalmente con el cáncer de pulmón. Afortunadamente, las soluciones para ‘despejar’ las casas y/o lugares de trabajo de este gas son relativamente sencillas y al alcance de cualquier bolsillo.
De acuerdo con el Consejo de Seguridad Nuclear, el 70% del territorio gallego está afectado por concentraciones elevadas del gas, con las dos provincias del sur llevándose la palma en este caso. Así, Vigo es una de las ciudades con mayor presencia de radón no sólo de Galicia, sino también de España. Alberto Ruano, experto del Laboratorio de Radón de Galicia (LRG), una de las pocas instituciones autorizada para realizar mediciones de este gas noble a nivel nacional y pionera en este campo, comenta que “el radón viene de las rocas contenidas en al corteza terrestre, concretamente del uranio”. Además, el granito contiene este mineral, por eso Vigo y todo el territorio que lo rodea está especialmente afectado.
Ruano estima que el municipio de Vigo es el que registra actualmente la mayor cantidad de mediciones por parte de su laboratorio, y que en torno al 15% de las viviendas que analizan en la ciudad superan los 300 becquerelios (Bq) por metro cúbico, el umbral en el que comienza a ser peligroso para la salud.
Observando el mapa que el LRG elabora a con sus propias mediciones, la periferia de la ciudad presenta más del 10% de las mediciones superiores a 300 Bq/metro cúbico, así como casi todo el barrio de Coia y zonas del centro urbano. Si se atiende a la media geométrica de todas las mediciones realizadas, la gran mayoría de los barrios presentan menos de 100 o entre 100 y 200 Bq/metro cúbico. Con todo, dos zonas de Coia tienen un promedio de 1.143 y 356 Bq/metro cúbico y otras dos del centro también superan el umbral de 300. Lo mismo ocurre en las parroquias de Beade, Sárdoma, Valadares y Cabral, donde barrios como Saa, Fonte Escura, Freixo o Moledo también tienen promedios de mediciones por encima de esta cifra.
En caso de detectar radón en una vivienda, Ruano apunta dos posibles soluciones: “Una es la ventilación forzada, que supone impulsar un poco de aire en la parte más baja de la vivienda para crear presión positiva y que al gas le sea más difícil entrar. Si la concentración es muy elevada, se hace una arqueta de succión para expulsar el radón directamente”.
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