Preocupa en el Parque Nacional la desaparición de las gaviotas

El Parque Nacional Islas Atlánticas celebró ayer y continúa hoy en su sede del edificio Cambón, en el Casco Vello, con una jornada sobre divulgación de los trabajos de conservación en las islas que contó con la participación de biólogos y expertos y donde el declive absoluto de la gaviota patiamarilla fue un asunto estrella, por su impacto y consecuencias. Y la falta de respuestas claras sobre los motivos reales de la caída en picado de la población, que incluye una bajísima reproducción y la parálisis en muchos casos de las aves, que fallecen a consecuencia.

Los datos ya publicados por este diario fueron expuestos en crudo por la dirección del Parque Nacional y se resumen en que había 30.000 parejas en el conjunto del espacio natural (Cíes, Ons y Sálvora) y ahora solo quedan 6.000. Pero por islas, el descenso no ha sido el mismo: la población de patiamarilla de Cíes se redujo todavía más que en el resto, en un 92 por ciento desde 2006. Datos incuestionables, señalaba José Antonio Fernández Bouzas, director del Parque Nacional, quien pone como contrapunto el incremento de otras especies que ahora comienzan no solo a pasar por las islas, sino también a anidar. “Salvora -en la Ría de Arousa- se consolida como isla con más población de gaviotas, pero es cierto que su número también baja en Ons”. Cabe pensar que puede tener algo que ver el turismo, pero Fernández Bouzas y los expertos lo descartan, ya que el número de visitantes también ha crecido de forma significativa en Sálvora y el impacto ha sido menor. “Siguen estudiándolo, pero es fenómeno que pasa en toda Europa”, añadió.

¿Se podría hablar de una extinción absoluta, inevitable? Bouzas también es tajante: reconoce que hay motivos de sobra para la alarma, pero no considera que se vaya a llegar a la extinción “pero es muy preocupante". “Tampoco nos extinguimos nosotros, pero es preocupante nuestra situación ante cambios globales”. Curiosamente, la sensación de los visitantes de Cíes no es esa, según la encuesta presentada ayer por Mario Soliño, del Instituto de Investigaciones Marinas, dependiente del CSIC. Este investigador se puso al frente de una encuesta a los visitantes para conocer su opinión sobre Cíes. Un total de 4.000 personas respondieron, “una cifra muy importante para una muestra”, y la mayoría, curiosamente, respondió que no hay menos gaviotas en las islas.

Ya no hay visones, pero sí ratas negras

Otro responsable del Parque, Vicente Piorno, puso sobre la mesa la existencia de mamíferos traídos desde fuera de las Cíes que alteran el equilibrio, en concreto los visones, escapados de granjas, y las ratas negras. Los visones son historia: una campaña exhaustiva logró acabar con ellos antes de que provocaran un desastre entre las aves que anidan. “Todavía llega alguno a nado, pero lo tenemos controlado”, explica. Más difícil es librarse de las ratas negras, que se reproducen con rapidez y que forman colonias en la costa. “Aquí la cuestión es acabar con las ratas sin que afecte a otras especies, así que descartamos poner trampas con veneno”, señaló. “Aunque difícil, se puede hacer”.

Más visitantes a las islas que a la Catedral

La Catedral de Santiago recibió algo menos de medio millón de peregrinos -oficiales, con sello de la compostela- y el Parque Nacional superó dicha cifra gracias a los más de 300.000 turistas que pasaron por las Cíes. Es un dato que ayer ofreció en su intervención Mario Soliño y que, destacó, pone de relieve la importancia de las islas para Galicia. “La Catedral de Santiago es uno de los principales puntos de interés en todo el país, pero el Parque Nacional incluso tiene mayor tirón”, señaló, no sin antes poner de manifiesto su condición singular: “Es un parque de visitas muy estacionarias, básicamente en verano, el que más de toda la red nacional”, añadió.

Mientras Vicente Piorno habló sobre las dificultades que se encuentran para erradicar especies vegetales en las islas, Soliño señaló que a la mayoría de los visitantes les parece bien la presencia de las gaviotas y no las cuestiona ni les parece una “peste”, como a menudo se consideraba en Vigo en las épocas en que eran docenas de miles que colonizaban incluso el centro urbano. Añadió que según la encuesta realizada, la mayoría de los turistas apoya que se reemplacen las especies vegetales que no son de origen gallego, como los eucaliptos, por otras más propias, aunque entiende que se trata de un proceso progresivo.

Por último, descartó por completo el científico del IIM la imposición de una tasa turística para visitar las islas. Recordó que se planteó en la encuesta, pero no era como una propuesta, sino para conocer la opinión de los viajeros que llegan al Parque sobre aportar algo más para realizar cambios más importantes en el ámbito natural. “De hecho, ni siquiera sería legal”, añadió Mario Soliño, quien recordó que dicha iniciativa acabó trasladándose a los medios de comunicación como si fuera un hecho.