El nuevo Plan califica de rústico más de la mitad del suelo de Vigo

“Es un plan muy verde”. Así, el alcalde Abel Caballero presentó el nuevo Plan General de Ordenación Municipal que hoy llega a la Gerencia de Urbanismo para su visto bueno y que será sometido a votación en el pleno de finales de mes. El documento recoge un aumento de la superficie calificada de suelo rústico, que pasa a ser de 6.261 hectáreas, un 56,7% de la superficie total del término municipal, unas 11.000 hectáreas.

Gran parte de este suelo rústico contará con una especial protección (5.853 hectáreas), donde se prohibe cualquier tipo de actividad o uso que implique la transformación de su naturaleza o lesione su carácter específico. Los motivos son variados, desde los usos agropecuarios o forestales de la zona a estar tener un valor estratégico por acoger manantiales de agua o estar próximos a la costa o a infraestructuras. La preservación de la biodiversidad, del paisaje o de elementos patrimoniales también justifican este nivel de protección.

A esta superficie debe unirse lo considerado como núcleo rural, unas 68 hectáreas (23 de ellas rurales) que condicionan el tipo de actuación urbanística.

Con lo que el PGOM marca como suelo urbanizable unas 422 hectáreas, libres para edificar y unirse a las 4.286 catalogadas como suelo urbano (3.656 consolidado). Actualmente en Vigo existen unas 139.000 viviendas (408 en el rural) y se propone que en 30 años se incrementen con 51.000 residencias más: cerca de 13.000 corresponderían los ámbitos consolidados, 220 en las parroquias y 951 incluidas en áreas de planeamiento incorporado. El resto, ya no sería de forma inmediata al encontrarse en suelo no consolidado (en torno a las 20.000) y en suelo urbanizable (17.000).

Uso público

En líneas generales, el próximo urbanismo vigués multiplicará el espacio de uso social, pasando de los 2.618.515 metros cuadrados a cerca de 9 kilómetros cuadrados, al proponer cerca de 5 kilómetros cuadrados a zonas verdes y espacios libres, de los que 1,5 corresponderán a equipamientos.

Actualmente, hay unos 734.000 metros cuadrados de parques y jardines de ámbito local, a los que hay que sumar otros tantos (780.000) vinculados a desarrollos urbanísticos y más de 1.103.000 metros cuadrados de equipamientos, tanto los ya existentes como los previstos en próximas actuaciones. Las áreas deportivas tendrán un 70 por ciento más de dotaciones como los complejos previstos para A Balsa, con 14.000 metros cuadrados o para Oia, con 68.891 metros cuadrados. Los casi 6.500 metros cuadrados reservados para la Biblioteca del Estado destacan en las dotaciones culturales. A los terrenos dependientes de la administración municipal, el Plan General también recoge los de carácter supramunicipal, que suponen un 1.370.183 metros cuadrados.

Las comunidades de montes incorporan 1,8 kilómetros cuadrados de superficie en parques forestales para disfrute público y otras instituciones o entidades privadas cuentan con cerca de 3 kilómetros cuadrados dedicados a espacios libres o equipamientos dotacionales.

Con estas características el nuevo Plan propone un modelo de ciudad diferente que se irá desarrollando en los próximos 30 años.

Caballero: “El antiguo modelo de especulación debe cambiar”

El alcalde Abel Caballero se mostró muy satisfecho con el próximo Plan General de Urbanismo Municipal que marcará las pautas de la construcción de la ciudad en las próximas tres décadas. Aseguró que saldrá aprobado de la votación plenaria con los 20 votos del grupo municipal socialista: “Lo garantizo”.

Por las características del PGOM diseñado para seguir vigente en torno al 2050, el regidor explicó que dará respuestas a otras necesidades sociales. “Se tiene que cambiar el modelo antiguo de urbanismo de especulación y pelotazo, por otro modelo de espacios público, usos públicos y zonas verdes”. Destacó así su sensibilidad medioambiental. Así habrá ocho nuevos espacios al aire libre para disfrute de la ciudadanía como en el Monte da Serra. La recuperación de espacios naturales también tendrá lugar en la costa con la recuperación de las dunas de Samil, que será el siguiente paso a la demolición de alguna de las construcciones hosteleras del paseo. Por otra parte, la senda fluvial del Lagares, uno de los corredores verdes con mayor afluencia, aumentará con la incorporación del curso medio y alto del río.

Además la multiplicación de los trazados del carril-bici, muchos a cargo de la Deputación.