Pescado y marisco, por las nubes en Vigo

“El día 1 de diciembre ya cogimos los precios de pescado y marisco que tuvimos en Nochebuena del año pasado”. Así de claro lo explica Ana, pescantina de “Devigoalmar”, en el Mercado de O Progreso, donde tanto clientes como vendedores están asustados con la repentina escalada del coste de productos clásicos de las fiestas navideñas como la centolla, la merluza, la cigala o la almeja; motivada por su actual escasez y la previsión de que la meteorología no jugará a favor de que las mareas sean lo suficientemente grandes como para satisfacer la elevada demanda.

Preocupa en los pasillos de las plazas de abastos viguesas el precio que ha alcanzado la centolla, que se puede encontrar ya a 45 euros el kilo en el caso de las de kilo y medio, “pero las buenas, grandes, están ya carísima, de 55 para arriba”, como indica Olaya Suárez, que regenta el puesto Julia Quinteiro Fresh Seafood también en O Progreso.

El camarón es otro de los productos cuyo precio se encuentra a niveles inusualmente elevados: “Empezamos la campaña navideña con 68 euros el kilo y alguno ya se empieza a vender a 90”, confirma Ana. La almeja chirla de la Ría ya escaló hasta los 25 euros el kilo (normalmente se puede encontrar sobre 16 o 17), la cigala arrocera –la más pequeña– ya ha llegado a los 45 euros/kilo (su coste más usual apenas suele superar los 30) y pescados como la merluza subieron sus precios hasta los 20 euros/kilo. Lo mismo ocurre con el rape, que normalmente se puede encontrar a 16. “Los precios ya estaban altos y subiendo moderadamente, pero de una semana a otra se han disparado”, afirma la pescantina de “Devigoalmar”.

Compañera de Ana y Olaya en O Progreso, Penélope Rodríguez, de Pescados Penélope, apunta que el inicio de la temporada de la centolla fue el punto álgido de las ventas, ya que este año se adelantaron más clientes de lo normal a la compra anticipada para congelar: “Los que querían género para congelar ya lo compraron a principios de noviembre, yo el mes pasado vendí muchísima centolla, más de 200 kilos”. Así, la demanda ahora entre los clientes habituales ha decaído, por lo que las pescantinas señalan que “seguramente estarán esperando al último momento” a pesar de que se prevé que el precio de pescado y marisco siga subiendo.

La escasez de género es la gran culpable de que la escalada de precios se haya dado tan temprano en la campaña navideña. Olaya Suárez indica que “todo lo de la Ría viene a cuentagotas y lo único que puedes conseguir con relativa facilidad es el marisco de fuera, como la cigala, y en general, todo lo que viene vivo de Irlanda”. El trabajo en las lonjas está siendo más complicado que nunca para las pescantinas: “Todo el mundo quiere piezas grandes, como besugo, y no aparecen en la lonja. Hay poca variedad y cuando llegas a la subasta, las rematan a precio de oro y se lo lleva todo una sola persona”, comenta Olaya, que asegura que “no puedo comprometer productos a ningún cliente, todo el pescado y el marisco se va para Madrid en la subasta y es imposible acceder a él”. Se trata de una campaña de Navidad especialmente complicada: “Al precio que está no puedo garantizar nada a nadie”, sentencia Suárez.