El pazo de A Raposeira culmina su rehabilitación

El pazo de A Raposeira, el más antiguo de Vigo, se prepara para poder reabrir sus puertas tras un proceso de rehabilitación que concluirá el próximo mes de octubre. Aunque originalmente se databa en 1625, las últimas investigaciones indican que la construcción, situada en Sárdoma, es anterior a esa fecha, ya que en ese año ya existía un documento de transmisión de propiedad. Con todo, el edificio sufrió numerosas ampliaciones y modificaciones a lo largo de los siglos. La zona más antigua se encuentra en la fachada trasera, donde las piedras y el escudo más antiguo atestiguan su edad.

La rehabilitación del pazo impulsada por el Concello se está centrando en adaptar el edificio a las condiciones funcionales y habitables para nuevos usos, así como dotarlo de instalaciones que aseguren un bajo consumo energético y una sostenibilidad a largo plazo. “Hemos procurado que el espacio sea lo más flexible posible, de manera que se pueda adaptar a diferentes usos”, explicó uno de los responsables de la obra.

El estado de conservación antes de la intervención era preocupante. Uno de los objetivos fundamentales fue limpiar el edificio de añadidos posteriores y recuperar los muros originales y la estructura de madera en la medida de lo posible. El proyecto de rehabilitación se enfrenta al reto de integrar tecnología moderna en un edificio histórico sin alterar su esencia. Se instaló un sistema de aerotermia, iluminación LED y grifería de bajo consumo para minimizar el impacto ambiental. Además, se implementó un sistema de recuperación de aguas pluviales para el riego de los jardines.

Para mejorar la habitabilidad, se bajó el nivel de los suelos entre 30 y 35 centímetros, permitiendo la instalación de aislamiento térmico, barreras antirradón e impermeabilizaciones. “Fue complicado intentar darle el plus de la eficiencia a un edificio tan antiguo, especialmente en suelos y fachadas”, añadieron los arquitectos.

La rehabilitación también se enfoca en resaltar elementos históricos del edificio. La estructura de la torre y las peanas de piedra que soportan las vigas son algunas de las características que se han preservado y se pondrán en valor con iluminación especial. Las maderas originales, en su mayoría de castaño, fueron tratadas y restauradas, y donde no fue posible, se sustituyeron por materiales similares. La recuperación de los jardines exteriores también es una parte integral del proyecto, con la intención de restaurar las zonas que tenían una disposición de jardín francés y cubrir con enredaderas los muros de cemento que lindan con el hipermercado situado en la zona.

El alcalde Abel Caballero aseguró que el pazo de A Raposeira será un edificio “de utilización ciudadana, permeable a toda la ciudad”. Aunque aún no se ha definido con exactitud el uso específico del edificio, se planteó la posibilidad de que albergue actividades socioculturales.