Ordas do Sur, siete años cabalgando a lomos de motos Custom

El grupo motero Ordas do Sur cumplió ayer 7 años con una fiesta por todo lo alto en Verducido, con una comida campestre, una ruta y actuaciones musicales, y que contó con cerca de 200 participantes de Vigo y de toda Galicia. Fue una fiesta en la que hubo también espacio para el recuerdo y la solidaridad. Los moteros celebraron un minuto de silencio por César Acevedo y al resto de marineros fallecidos tras el naufragio del pesquero “Argos Georgia”. César era el marido de una de las compañeras de Ordas do Sur. Además, como algún motero sufrió cáncer decidieron hacer unos parches solidarios para venderlos y recaudar fondos para la asociación de personas afectadas de cáncer de mama y ginecológico (Adicam). Representantes de esta asociación acudieron a la fiesta y agradecieron el gesto.

Ordas do Sur nació en Vigo. Procedían de Customeiros da Terra, una agrupación gallega más tarde, y crearon un grupo de whatsapp con 65 miembros para “ubicarnos los del sur de Galicia”, según explica su portavoz, Miguel Cerqueira. Ahora están en trámite para constituirse oficialmente como club. La gran mayoría tienen motos Custom, pero aceptan otros modelos “si respetan nuestro rodar y nuestro modo de hacer”. Hacen todas las rutas que les permite el trabajo y la familia, normalmente de un día, y participan en encuentros moteros. Preguntado por el código motero, Miguel Cerqueira explica que hay unas normas no escritas y que la primera es el respeto. Le sigue la hermandad, que consiste en ayudar al compañero que tiene problemas en la carretera o de otro tipo. “No es andar a golpes, es ofrecer apoyo o un hombro donde llorar”. Al resto de conductores les pide comprensión. “Cuando entramos diez motos a una rotonda vamos juntos, no es por molestar, es la composición del grupo para proteger a los que van en medio, llevamos delante y detrás a los más fuertes, a los que tienen más seguridad, conocen la ruta o tienen la moto de más cilindrada”.

Sobre la presencia de mujeres, dice que hasta ahora la mayoría eran pareja del motero pero poco a poco se animan más. “Son bien recibidas”.