Nuevas vigilancias policiales controlarán la ‘narcovivienda’ de Cabral

Sucesos

Tras corroborar la marcha de los okupas en la casa de Cabral, la Policía quiere evitar una futura reactivación

La Policía, en Fontiñas el jueves por la tarde.
La Policía, en Fontiñas el jueves por la tarde. | Jorge Santomé

El dispositivo policial puesto en marcha durante la tarde del jueves junto a la casa que había estado ocupada meses atrás y que se había convertido en un lugar de consumo y trapicheo podría no ser el último.

Tras comprobar la Policía Nacional durante horas que en la vivienda de Fontiñas ya no había ‘inquilinos’, habrá nuevas vigilancias para evitar una futura reactivación del lugar, que quedó vacío después de las quejas públicas vecinales y la polémica política surgida tras la intervención del grupo municipal popular que llegó a preguntar sobre este asunto en el Congreso y las declaraciones de la Subdelegación del Gobierno alertando de que la presencia de los populares había frustrado un operativo provocando la marcha de los okupas.

Durante varias horas, unidades de la UPR se desplegaron junto a la vivienda en un operativo de prevención dirigido a evitar un nuevo y futuro asentamiento en la casa, que se había convertido en una pesadilla para el vecindario. Los residentes denunciaron la presencia de drogas, peleas, violencia, ruidos y suciedad, además del elevado riesgo que presentaba el hecho de que se hubieran enganchado a la luz y el agua.

La huida de los okupas hace temer que pudieran haberse asentado en otro lugar de forma provisional para esquivar a las fuerzas policiales que realizaron con anterioridad vigilancias para observar la venta y consumo de drogas así como otros posibles delitos.

El problema todavía no se ha dado por zanjado definitivamente aunque al menos la tranquilidad ha vuelto a la zona.

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