La calle Carral afronta nueva vida y negocios

La calle Carral no pasa por su mejor momento. A pesar de su escasa longitud, acumula más de una decena de locales desocupados. En otros tiempos, fue una zona estratégica, pues conecta el Náutico con Porta do Sol y gran parte de los turistas que llegaban en barcos se adentraban en la ciudad subiendo por Carral.

Pero las dos últimas crisis y la proliferación de obras en la zona han terminado por "espantar" a muchos de los comerciantes que tenían sus negocios allí. Sin ir más lejos, la barbería Carral cerró su histórico establecimiento para trasladarse a Cánovas del Castillo el verano pasado, dejando a esta pequeña calle huérfana de su local más antiguo.

Sin embargo, cuando la fama de Carral más empezaba a diluirse y los bajos comerciales a vaciarse, algunos emprendedores vieron una oportunidad para establecer sus negocios y darle una nueva vida a una de las calles con más historia de Vigo.

Es el caso de "Bazar Brutal", "Sweet Paripé" y la cervecería "Pits", cuyos dueños han decidido desmontar el mito de que esta calle es una zona muerta y que, lejos de esto, hace funcionar a negocios tan dispares como una tienda de delicias gourmet con un marcado carácter autóctono, un taller textil o una cervecería artesanal.

"Esta calle estaba muy caída y queríamos poner algo diferente de las otras tiendas de Vigo"

"Brutal Bazar" se encuentra en el número 19 de Carral y al frente están el brasileño Zemiltom de Andrade, que llegó a Vigo hace 21 años, y su marido. Desde hace casi tres años venden todo tipo de productos 'gourmet' gallegos (vinos, conservas, chocolates, cerveza artesana, queso...) en este local que en su momento albergó la histórica librería San José. "Todo de la tierra, porque hay mucho y no se valora lo suficiente. Procuramos traer todo tipo de variedad de productos para que la gente pueda conocerlos, incluso los jóvenes y los turistas", explica Zemiltom.

A este matrimonio de comerciantes –que ya contaban con experiencia previa con tiendas en otras calles céntricas– no les asustó la idea de abrir su nuevo proyecto en Carral, más bien todo lo contrario: "Esta calle estaba muy caída y queríamos ofrecer algo distinto de las otras tiendas de Vigo". Y aunque la recepción no fue todo lo buena que se esperaban al principio, el esfuerzo y los sacrificios que hicieron para que Brutal Bazar saliera adelante y terminara funcionando "poco a poco".

Zemiltom tiene una petición, y es que se haga algo para incentivar el comercio en Carral: "A esta calle le hace falta muchísima publicidad. Hay locales que están vacíos y necesitan reformas para poder traer público. Y es curioso porque es una calle de paso, cuando llegan cruceros todos suben por aquí".

"Todo el mundo piensa que esta zona no es muy comercial; todo lo contrario, nos va genial"

Sweet Paripé es una firma téxtil nacida en Vigo que desde hace casi dos años opera en su local de Carral, 22. "Todo el mundo piensa que no es una calle muy comercial, pero sí que lo es", indica su dueño, Alberto Neves. "Antes estábamos en Galerías Durán, en Príncipe, y no tiene nada que ver con el movimiento que hay aquí".

La especialidad de esta firma son los calcetines y los 'pantys', eso sí, con una particularidad: todo lo que venden está o hecho o diseñado por ellos. Gracias a la amplitud de su nuevo establecimiento –antes contaban con una tienda en Príncipe, oficinas en Porta do Sol y talleres de confección en Sanjurjo Badía–, pueden concentrar todos sus servicios en un único local.

La recepción por parte del público desde su apertura, comenta Neves, ha sido "muy buena. Toda la gente del barrio es muy agradable, ya tenemos clientes de por aquí que vienen constantemente". Explica, además, que lo de Carral siendo una calle "muerta" tiene un poco de mito: "Esta zona es muy de barrio, hay mucha gente que vive por aquí y tiene muchísimo movimiento, sobre todo cuando llegan turistas".

Además de vender en sus tiendas, Sweet Paripé distribuye a tiendas multimarca e incluso exporta algunas de sus prendas al extranjero; cuenta con clientes en Inglaterra, Austria, Portugal y Bélgica. Y todo ello desde la parcialmente abandonada calle Carral.

"Estoy contentísimo con esta ubicación, mejor imposible en todo Vigo ahora mismo"

La historia de la cervecería Pits, situada en el número 20 de Carral, es una de esas marcadas por la pandemia ya desde sus inicios. Y es que este local hostelero regentado por Manuel Gómez tenía previsto abrir sus puertas el 14 de marzo del año pasado, esto es, el día que se decretó el primer estado de alarma y consecuente confinamiento.

Finalmente, Pits se inauguró el 5 de junio de 2020 y lleva casi un año en actividad. Un año con el que su dueño no puede estar más satisfecho: "Estoy muy contento con la ubicación, creo ahora mismo no puede haber otra mejor en todo Vigo".

Este establecimiento, que es muy amplio, cuenta con una peculiaridad: tiene entrada tanto por Carral como por su calle paralela, García Olloqui. Y explica Manuel Gómez que la afluencia por ambas calles es similar, aunque el público que entra es diferente: "Por Carral entra más gente de tapeo, de perfil turista; mientras que por García Olloqui viene más gente de la zona".

Pits no sólo es un local que sirve cerveza, pues en el sótano de su establecimiento cuenta con una fábrica artesanal en la que elaboran la suya propia, "un producto único en toda la ciudad con el que la gente está contenta", asegura Gómez. Además, también tienen un menú de comida al más puro estilo americano.