La nueva ley sobre el alcohol costará 5.000 euros a cada bar

La presentación por parte del Ministerio de Sanidad del proyecto de ley de prevención del consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad y su posterior aprobación en el Consejo de Ministros esta semana no sentó nada bien a los hosteleros de Vigo y provincia, que ya venían mostrando su preocupación al respecto desde el pasado verano, con la publicación del anteproyecto. El aspecto más polémico contra el que estos empresarios se rebelan es la prohibición absoluta de cualquier tipo de publicidad de bebidas alcohólicas en un radio de 150 metros de lugares públicos en los que la presencia de menores de edad es abundante como colegios, centros sociocomunitarios, parques y lugares de ocio. 

La razón por la que el sector hostelero local critica duramente esta ley, que todavía ha de pasar por las Cortes para su aprobación definitiva, es que una importante parte de bares y cafeterías tienen sus terrazas en zonas muy próximas a parques, colegios y otros lugares públicos que bien podrían entrar dentro de la definición que el texto legal hace de zonas con abundante presencia de menores de edad. Y en esas terrazas, en muchas ocasiones, el mobiliario y las sombrillas contienen publicidad de bebidas alcohólicas, que sufragan a los hosteleros parte del mismo a cambio de dicha publicidad. El presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Pontevedra (Feprotur), César Sánchez Ballesteros, califica de “soberana estupidez” una medida que obligará a una parte importante de los hosteleros de la ciudad a gastar “unos 5.000 o 6.000 euros, como mínimo” en reemplazar este mobiliario en el año de plazo que el texto legal da a los establecimientos en caso de que el proyecto de ley del Ministerio de Sanidad se termine consolidando en la legislación española. Ballesteros lamenta que el Gobierno “apunte hacia nosotros equivocadamente” en lugar de “controlar el botellón” en las calles.

“Es absurdo que tengamos que cambiar todas las publicidades”

El presidente de la patronal provincial de hostelería está profundamente convencido de que el Gobierno está errando el tiro a la hora de apuntar hacia los ‘culpables’ del aumento del consumo de alcohol entre los menores. “Ojalá fuera tan fácil como poner un logo de una cerveza en una silla de la terraza para que todos entraran corriendo a consumir en los bares”, ironiza Sánchez Ballesteros. Es por eso que ve “absurdo” que este nuevo proyecto de ley “nos obligue a cambiar todas las publicidades en vez de poner medidas sobre la mesa para vigilar que no se haga botellón”. 

César Ballesteros vaticina que, de aprobarse definitivamente la ley, “en dos o tres años los índices de incidencia del alcohol entre los menores seguirán igual que ahora y a nosotros nadie nos va a devolver el dinero que nos vamos a tener que gastar en reponer todo el mobiliario”. Critica, además, que la ley deje “muy abiertos a interpretación” los sitios en los que no puede haber publicidad de bebidas alcohólicas y cree que abocará a muchos locales a pérdidas importantes.