METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
Tener diabetes no impide hacer deporte, sino todo lo contrario, se considera casi indispensable. “Es un falso mito. El deporte ayuda a nivelar la glucosa en el cuerpo", explica Estíbaliz Grande, técnica de la Asociación de nenas, nenos e xente nova con diabetes (Anedia). "El equilibrio entre alimentación, insulina y deporte es fundamental para un buen manejo de la diabetes”, señala. En la entidad hay niños que juegan al fútbol, al rugby, que practican taekwondo o hacen natación sincronizada. Para ello necesitan una planificación previa porque tienen que llevar un nivel óptimo de insulina y mientras hacen deporte tienen que estar atentos a las mediciones de glucosa. Si les baja el azúcar tienen que quedarse en el banquillo unos minutos para tomarse un hidrato de carbono de absorción rápida, esperar diez minutos, comprobar el nivel y tomarse un hidrato de carbono de absorción lenta para retardar la subida del azúcar.
Estas normas básicas las conocen muy bien en la Unión Deportiva Santa Mariña de Cabral, donde todos los entrenadores están formados para atender estos casos aunque hasta ahora nunca se produjo una incidencia seria. Además de la formación en primeros auxilios que reciben de la Federación, todos se interesaron por las charlas de Anedia para aprender a manejar la diabetes. En el club juegan seis niños de distintas edades con diabetes de tipo 1 y están integrados como uno más. Y esa es la idea. “Son niños con una característica de salud que hay que atender igual que otro que sea hiperactivo o cualquier otra cosa, solo hay que tener cuidado. Queremos darle normalidad. Es algo con lo que tienen que convivir e intentamos que eso no marque diferencias. Yo los veo totalmente adaptados, tanto a ellos como a los compañeros. Si el móvil les pita se van a medir la glucosa, aunque sea el ejercicio más importante del entrenamiento la salud siempre está por delante”. Esto afirma Manuel Dacruz, directivo del Santa Mariña. Anedia afirma que es un club ejemplar, mientras otros no entienden la situación “por desconocimiento”. Estíbaliz señala que aunque el objetivo es que sean iguales a los demás, la realidad es que les supone mayor preparación y mayor esfuerzo para rendir lo mismo o menos si les cuadra un bajón de azúcar. “Ellos no lo dicen, pero la mochila de la diabetes pesa mucho. Son unos guerreros”.
Diagnosticado desde hace poco más de un año, Anxo mantiene intacta la pasión por el fútbol que demostró casi desde que empezó a caminar. El día que le detectaron la enfermedad y que le obligó a ingresar en la UCI su única preocupación era salir a tiempo para jugar un partido importante ese fin de semana. Su padre explica que una persona con diabetes puede llevar una vida prácticamente normal si cumple unas normas básicas, por ejemplo tienen que controlar los hidratos de carbono y en función de lo que comen meten una cantidad de insulina. Sin embargo, es consciente del enorme desconocimiento social sobre la diabetes. “Es como si fueran apestados. De repente, ves que no les invitan a dormir a casa o a un cumpleaños porque no saben qué pueden comer y porque tienen miedo de que pase algo. Pero no pasa nada. Solo hay que saber cuatro nociones básicas. Es un niño más, la única diferencia es que lleva una bomba (de insulina)”, señala. Por eso, no se cansa de explicar cómo funciona a otras familias, al club o al colegio. “Mi hijo estudia en el colegio Apóstol de Ponteareas, la implicación que tienen es impresionante”. Con Anxo tienen suerte porque desde el primer día se quiso pinchar él mismo. Ahora ya no hace falta porque tiene la bomba de insulina, pero antes se pinchaba 5 veces al día y con las correcciones había días de 10 pinchazos, con los correspondientes moratones. Sabe que hay jugadores de élite como Nacho Fernández, del Real Madrid, que tiene diabetes y que eso no le impidió llegar a lo más alto. Anedia celebra el Día Mundial de la Diabetes con el lema “educar para proteger el futuro”.
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