El Mediterráneo “hierve” mientras el agua de las Cíes se sitúa a 7 grados, el nivel del Ártico

La temperatura del agua del mar ha alcanzado nuevos máximos este verano, registrándose algunas de las cifras más altas en la historia reciente, según las mediciones realizadas por las redes de boyas de Puertos del Estado. El Mediterráneo literalmente hierve: la máxima del agua del mar en los meses de julio y agosto ha sido de 31,87 grados, obtenida por la boya de Dragonera (en Baleares), el 12 de agosto a las 13 horas. Justo lo contrario que en las Rías Baixas, donde se marcan estos días las mínimas del año, espectacularmente bajas, como acaba de pasar en las Cíes: el pásado sábado 7, poco antes de las nueve de la noche, alcanzó unos 7,4 grados, según la medición de Puertos del Estado.

Ayer, en las ciudades del Ártico la temperatura del mar oscilaba entre 4 y 12 grados. La mínima en el Norte, como en Riazor, fue 17,3 grados. La máxima del año en las playas de la Ría de Vigo, desde Rodas a Samil, se marcó el 23 de julio, con 20,6 grados. En 2023 se llegó más arriba, a 21,2, así que no se da un incremento visible de la temperatura del mar, aunque sí a largo plazo. Fuera de los 7,4 grados, la más baja se dio en marzo, con 12,8. Pero en verano, hubo muchos días con el mar congelado: en julio a 13,8, en junio a 12,9 y en agosto con 13,9 registrados.

Por su parte, Puertos del Estado señala que en su Red Exterior se han registrado, además del tope histórico en Dragonera, otros dos máximos individuales, en otros dos puntos, en concreto en las boyas de Bilbao, con 25,13 grados el 11 de agosto a las 17:00 GMT (19 horas), y en la de Cabo de Gata (Almería), con 28,61 grados el 21 de agosto a la 1.00. Por su parte, la Red Costera de Boyas -más próxima a puertos y playas-, no ha superado el récord absoluto de 2023: 30,6ºC medidos en Melilla en julio.