Los problemas de los estudiantes para conseguir piso: "Media hora antes de coger el avión ya no tenía alojamiento"
Sara Padilha, que está de Erasmus en Durham, relata las dificultades que enfrentan estos estudiantes para conseguir piso. La UVigo asegura que son casos aislados
La noticia del medio centenar de alumnos con beca Erasmus que se quedaron sin alojamiento en Ferrara (Italia) porque los vecinos de esta localidad se niegan a alquilar a estudiantes españoles dio la vuelta a todo el país, a la vez que evidenció un problema a los que estos se enfrentan cada año, y que se ha acrecentado en 2022 con la vuelta masiva del turismo tras dos años de escasa movilidad.
Como ha podido confirmar este periódico, ninguno de los afectados en esta localidad italiana pertenece a la Universidad de Vigo. Así lo asegura la vicerrectora de Internacionalización, Maribel del Pozo, que indica que, según tiene constancia la UVigo, solamente un par de alumnos de los cientos que viajan con becas de intercambio están en esa situación, con los cuales la institución mantiene contacto y está ayudándoles a solventar el problema.
Sara Padilha es una de las afectadas, aunque afortunadamente no al nivel de los estudiantes de Ferrara. Ella está en el tercer curso de Lenguas Extranjeras en la universidad viguesa y llegó el pasado sábado al Reino Unido –estudiará este curso en la Universidad de Durham–, pero como relata, “media hora antes de coger el avión avión me contactó mi casera y me había dicho que había alquilado más habitaciones y entonces ya no tenía sitio”. Se quedó, por lo tanto, sin alojamiento a pocos días de empezar el curso.
La suerte quiso que en esta misma ciudad Sara contase con unos conocidos que le han acogido mientras busca una alternativa, algo que, por el momento no está siendo nada fácil y “muy estresante”.
“Cuando llegas de intercambio tienes que hacer mucho papeleo con las dos universidades y a eso tenía que añadirle el estrés de que no tenía dónde quedarme”, explica, por lo que tuvo que dejar a un lado todas sus preocupaciones académicas y centrarse en encontrar piso, tarea que después de varios días sigue sin dar sus frutos. “Tengo una visita mañana (por hoy) y espero tener suerte”, comenta, pues en algunos sitios la rechazaron de buenas a primeras, reacios a alquilar a estudiantes extranjeros.
Explica esta alumna de la UVigo que, según ha podido comprobar, no es la única Erasmus con este problema en esta ciudad británica. “Algunos han tenido que irse al extrarradio de Durham para encontrar alojamiento”, apunta, tras reconocer que no descarta la posibilidad visto lo visto, pues entre sus planes no entra pagar un Airbnb (alquiler turístico), que es la solución que otros españoles han adoptado al verse en esa situación: “Prefiero tener un alquiler normal con un casero”, explica.
Durante estos cinco días, la experiencia Erasmus de Sara ha sido, lógicamente, “muy caótica” y nada parecida a lo que esperaba, pues “lo tenía todo planeado y ahora voy a tener que reorganizarlo todo”.
Por lo menos, esta alumna de Lenguas Extranjeras cuenta con un lugar en el que poder quedarse mientras busca una alternativa y su situación no es ni remotamente parecida a la de sus compatriotas en Ferrara, que se apelotonan en pisos para no pasar la noche en la calle.
“El alumnado de Erasmus es en general excelente”
La vicerrectora de Internacionalización de la Universidade de Vigo, Maribel del Pozo Triviño, indica aliviada que afortunadamente, ninguno de los alumnos de la institución viguesa está entre los más de 50 estudiantes españoles rechazados por los habitantes de Ferrara y se muestra aterrada por la situación. Es por eso que esta docente quiere poner de manifiesto que “el alumnado Erasmus es en general excelente. Puede haber algún problema pero son estudiantes universitarios preparados y no se les debe excluir en ningún momento”.
Del Pozo achaca el agravamiento de este problema de alojamiento a que “estamos en un año un poco atípico tras la pandemai. El turismo ocupa mucho de los lugares donde van los estudiantes y los alquileres se han encarecido mucho, todo eso después de unos años con poco movimiento, por lo que ahora todo el mundo se mueve y hace que haya una sobrecarga”.
Es por eso que en muchas ciudades como Vigo, las universidades colaboran con las autoridades para dar respuestas a estos problemas porque, en palabras de la vicerrectora, “el Erasmus es un programa excelente y debemos darle una solución a estas trabas”.
La vicerrectora de Internacionalización explica que cuando los alumnos se van de Erasmus les ponen en contacto con todo tipo de instituciones y asociaciones para buscar alojamiento y anima a los que tienen problemas con ello a contactar con la ORI (Oficina de Relaciones Internacionales) para buscar una solución.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último
Condado/Paradanta
El arte urbano cambia la estética del IES de Salvaterra
Elecciones en Extremadura
Cerca de 900.000 extremeños están llamados a las urnas
Fernando Ramos
La manipulación política de la denuncia contra Suárez