Macarena Varela: "Los pacientes con artritis deberían ir al podólogo porque mejora su funcionalidad"

La podóloga Macarena Varela colabora con Asearpo.
La podóloga Macarena Varela colabora con Asearpo.

La asociación de enfermos de artritis de Pontevedra (Asearpo), que preside Mabel Avendaño, organizó un ciclo de conferencias para informar sobre distintos aspectos relacionados con esta dolencia tanto a los pacientes como la población general. La podóloga Macarena Varela, de la clínica Ponte en pie, abrió el programa con la charla “Vivir con el pie artrítico”, en la que resolvió numerosas dudas y preguntas de los asistentes.

¿Qué es el pie artrítico?

Es una complicación de la propia artritis. Afecta a todas las articulaciones y el pie, al tener tantas articulaciones, es uno de los principales afectados. De hecho, lo que más caracteriza a un paciente artrítico son las manos porque es lo que le ves, pero ellos realmente tienen más dolor en los pies, que tienen que trabajar y soportar el peso cuando camina.

¿Cómo se manifiesta?

Lo primero que aparece son deformidades cuando empieza a doler, pero esto viene desde antes. Cuando tienes una artritis lo primero que pasa es que los ligamentos y los tendones pierden fuerza y entonces se va deformando, se hace un poquito como de goma. Es como una maquinaria, no están alineadas las piezas y entonces esas articulaciones empiezan a fallar, a hacer bultos donde no debe haberlos, a mover musculatura y a hacer deformidades que les acarrea ese dolor. Pero al principio no se nota. Luego están las crisis cuando no están controladas, sobre todo cuando es artritis reumatoide suele hacer deformidades muy grandes en muy poco tiempo. Es muy importante la labor de Reumatología, que es la que los mantiene estables. Es el director de orquesta, nosotros somos un eslabón.

¿Cuál es la misión del podólogo?

Limitar las deformidades si se atienden con tiempo, si llegan precoces, para reducirlas al mínimo y que sean lo más funcionales posible, porque va a aparecer. No es lo mismo que aparezcan bien hechas que a su libre albedrío. Es nuestro papel, quitar dolor y mejorar la funcionalidad.

¿Qué herramientas utilizan?

En los primeros estadios usamos sobre todo plantillas rígidas para que la deformidad se produzca en la posición que nosotros queremos, porque luego les permite caminar mejor. Luego, cuando hay mucha deformidad, es todo lo contrario. Buscamos que apoyen menos en las zonas que tienen dolor. Y depende de los casos se hacen cirugías para alinear de nuevo las articulaciones, pero no es para todo el mundo, es para los que consideramos que es buen candidato. Es muy individualizado.

¿Los pacientes suelen acudir al podólogo?

Depende, los que están en asociaciones sí que suelen acudir aunque muchas veces vienen cuando ya hay deformidadades. También depende del centro que los lleve, con el de Pontevedra tenemos bastante comunicación y los derivan bastante rápido. Una vez que te diagnostiquen de una artritis o de una enfermedad autoinmune de este tipo, lo ideal es que en menos de seis meses visites al podólogo para que vea como está tu pie y te vaya encaminando. A partir de ahí hay pacientes que vemos cada año porque está bien o lo vamos controlando, salvo que pase algo raro. La deformidad va a aparecer siempre, pero una duele y no me permite caminar y la otra me permite caminar.

¿Qué recomendaciones daría a los pacientes?

Lo más importante es el deporte. En este caso no es correr, es mantenerse activos. Nosotros para los pies damos una serie de ejercicios individualizados, según el tipo de artritis y el tipo de paciente. El movimiento baja la inflamación, por esto es tan importante. También una dieta antiinflamatoria, aunque no sea nuestro campo, está demostrado científicamente que reducen mucho los episodios críticos. Es muy importante la ayuda de un nutricionista que nos guíe. Y luego saber detectar cuando empiezan las crisis para parar el ritmo. Por ejemplo si tenía que caminar 20 minutos a intervalos de 3 minutos, pues el día que tengo una crisis estoy tumbada en cama descansando pero muevo los pies.

¿Le hicieron muchas preguntas?

Sí. Lo más interesante es asistir porque al final yo me quedo allí y cada uno te hace su consulta personal. Tienen como un podólogo a domicilio y preguntan por su caso.

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