Llega a Vigo la campaña para destapar más casos de EPOC

Ofrecerán espirometrías gratuitas y consejos a todos los ciudadanos que quieran medir su función pulmonar en una furgoneta que aparcará todo el día en Porta do Sol

El tabaco es el causante principal de esta enfermedad pulmonar.
El tabaco es el causante principal de esta enfermedad pulmonar.

Sociedades científicas de medicina y la compañía biofarmacéutica GSK traen hoy a Vigo la campaña “Aire que impulsa”, por la que tratarán de concienciar a la población sobre la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y conseguir que haya más diagnósticos. La furgoneta de la campaña, en la que harán pruebas de función pulmonar a quienes lo deseen y ofrecerán consejos, se situará durante todo el día de hoy en la Porta do Sol.

Una de las entidades que apoya la iniciativa es la Sociedad Gallega de Patologia Respiratoria, que preside Marina Blanca Aparicio. La doctora explica que puede haber hasta un 30% de pacientes con EPOC sin diagnosticar.

Es una dolencia muy relacionada con el consumo del tabaco y muchas personas interpretan los síntomas como la tos o una mayo expectoración como efecto del tabaco y no le dan mayor importancia. El hecho de que no se consulten estos síntomas, unido al hecho de que no se realicen las pruebas para confirmar o descartar la enfermedad, hacen que exista un elevado infradiagnóstico.

La neumóloga explica que la prueba estrella para diagnosticar EPOC es la espirometría. Es una técnica sencilla pero que requiere de personal entrenado y de tiempo para realizarla. Aunque los centros de salud disponen de espirometrías, el hecho es que no se hace “todo lo que nos gustaría” en Atención Primaria. “En cualquier caso los médicos de familia pueden derivar al hospital a pacientes con sospecha y en Neumología hacemos la prueba”, subraya.

Una inhalación al día

Lo importante es detectar la enfermedad cuanto antes. Los pacientes que tienen una EPOC leve generalmente tienen en su mano la solución para que no progrese. La medida más importante es dejar de fumar, porque de esta forma se reducirán las repercusiones que tendrá en su calidad de vida.

La enfermedad tiene un tratamiento no farmacológico cuando son casos leves y que consiste en evitar los factores que lo provocan como el tabaco. También existen programas de rehabilitación respiratoria, que mostraron evidencia para aliviar la fatiga y la disnea. Son entrenamientos a cargo de fisioterapeutas para reforzar los músculos respiratorios.

Sin embargo, los pacientes que tienen más síntomas, como una falta de respiración, necesitan un tratamiento farmacológico que se basa en el uso de broncodilatadores. “Actualmente, son de larga acción con una inhalación al día es suficiente en muchos casos, eso es menos trabajo que cepillarse los dientes”.

En función de la gravedad, si persiste la dificultad respiratoria, se puede asociar un segundo broncodilatador de otro tipo e incluso un tercero para los que tienen más síntomas o más descompensaciones. “Es una triple terapia. Hoy en día va todo en un solo inhalador, que lleva tres fármacos diferentes. Para el paciente se trata de una inhalación al día, en otros casos pueden ser dos, hay muchas opciones”, apunta.

A mayores, están a punto de salir al mercado fármacos biológicos para algún subtipo de EPOC, que son similares a los que se usan desde hace unos años para el asma con muy buen resultado.

Por otro lado, menciona los ventiladores con una presión de aire determinada que se utilizan en pacientes que desarrollan una insuficiencia respiratoria, les falta oxígeno suficiente y no eliminan el dióxido de carbono.

El último recurso para estos pacientes es el trasplante pulmonar. “Hay que diagnosticarlo pronto para no tener que hacer todo ese recorrido y que baste con dejar de fumar y con un inhalador. Hay pacientes que recorren un camino largo desde que empiezan hasta que acaban con el trasplante. Cuanto antes se diagnostique menos pesa la carga que hay que llevar”, subraya la neumóloga.

Marina Blanco: “Hay que dejar de fumar, con o sin síntomas”

La presidenta de la Sociedad Gallega de Patología Respiratoria, Marina Blanco, recomienda a la población que no fume y a los que tienen el hábito tabáquico “que lo dejen, tengan o no tengan síntomas”. Insiste en que cuanto antes se lo planten, menos les va a costar y menos probabilidad tendrán de desarrollar síntomas o de que progrese la enfermedad. En su consulta atiende a personas de todas las edades y le sorprende que jóvenes de 25 años afirmen que no son capaces de dejarlo. “Es muy adictivo”, reconoce.

Hay mucho diagnóstico tardío de personas que ya se habían acostumbrado a tener fatiga en sus actividades diarias, como ir al supermercado o coger un autobús. Estas personas también se benefician de abandonar el tabaco, aunque en menor medida. “Pueden mejorar un poco, pero probablemente no van a poder tener una calidad de vida normal”. Por ello, hace un llamamiento para que las personas que noten una dificultad respiratoria que no es la suya, una tos o una expectoración por la mañana que consulten para descartar una EPOC.

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