Los juzgados de Vigo arrastran más de 17.500 sentencias sin ejecutar

Los juzgados de Vigo no consiguen rebajar la carga de pleitos que soportan. Los datos hechos públicos ayer por el Consejo General del Poder Judicial respecto al tercer trimestre del año reflejan que, durante los meses de verano, el número de asuntos aumentó en casi un 6% respecto al mismo periodo de 2021. Aunque el aumento no es especialmente alto, (649 más en cifras absolutas), los datos muestran un incremento de las causas por resolver, que habían conseguido bajar hasta los 18.650 en junio y que vuelven a rozar los 20.000 (19.827), además de un número de sentencias sin ejecutar todavía muy alto, 17.557.

El esfuerzo de los órganos judiciales por dar una respuesta a los casos se dejó notar rebajando esa cifra de sentencias pendientes que al finalizar septiembre de 2021 se situaba en 17.813. La cifra más alta sigue estando en primera instancia, es decir todo lo referente a reclamaciones de cantidad, de intereses por las llamadas “tarjetas revolving” o desahucios entre otros asuntos. Hasta septiembre, todavía quedaban 13.116 vigueses a la espera de una respuesta judicial para su caso. En el ámbito penal, la situación se agravó al aumentar esos fallos en cola superando la barrera de los 2.000.

Por jurisdicciones, se redujo ligeramente el número de pleitos laborales mientras que los civiles apenas registraron cambios (una treintena menos que en el verano de 2021). En denuncias penales sí hubo un aumento. Desde julio a septiembre, los juzgados de Instrucción ingresaron 5.321 atestados, frente a los 4.743 del año anterior. A la vista de la radiografía judicial que expone el máximo órgano de los jueces, Vigo soportó un mayor incremento de asuntos que a nivel gallego, donde hubo un 4,6% más de asuntos en el trimestre pasado, un periodo que a los efectos se reduce en dos meses al ser agosto un periodo inhábil, lo que desvirtuaría la comparación con el trimestre anterior en cuanto a la actividad de los juzgados. De finalizar el año con la misma tasa de pendencia registrada en septiembre, se requeriría más de año y medio de trabajo sin ningún asunto ingresado nuevo para dar salida a los 19.837 asuntos en cola.

La jurisdicción laboral y civil, con la peor tasa de congestión

El Consejo General del Poder Judicial establece unas tasas en sus informes estadísticos para esclarecer cuál es la situación de las jurisdicciones. Entre ellas se encuentra la de congestión, en la que tiene en cuenta el número de causas pendientes, las ingresadas y las resueltas. Con esa base establece un indicador numérico, cuánto más bajo sea mejor es dicha situación. Con este parámetro, al finalizar el trimestre pasado, los juzgados de lo social, los que se encargan de las demandas de los trabajadores, son los que presentan una tasa más alta de congestión, del 4,71, aunque algo más baja que la del mismo periodo del año anterior, cuando llegó hasta el 4,88. Le sigue Primera Instancia, con un 4,25 de tasa frente la del 4,68 registrado en 2021. Es la Penal la que incrementó dichos valores, pasando del 2,66 al 2,80. La más baja es la de Instrucción, que está por debajo del 2.

Las tasas de pendencia más altas se repiten también en civil y social. Si se tratara de un indicador sobre el año completo, estas reflejarían que se requerirían al menos tres años sin ingresar asuntos para poder resolver la carga de trabajo. No obstante, esta no será fiable hasta que termine el ejercicio, para lo cual queda por contabilizar el último trimestre de 2022, en su recta final. La buena noticia es que Vigo consiguió un séptimo juzgado de lo Social en el último año y otro órgano de lo civil que comenzará a funcionar el próximo 31 de diciembre, lo que aliviará la carga de trabajo en Primera Instancia, con tres especializados en Familia y uno que sigue resolviendo cláusulas suelo.