El juzgado mantiene el posible homicidio de Déborah pese al archivo

El último coletazo judicial sobre la investigación de la desaparición y muerte de la joven Déborah Fernández, cuyo cadáver apareció en una cuneta en 2002, ha descartado complementar el auto de archivo como solicitaba el exnovio de la víctima. Los abogados de la única persona que estuvo investigada durante el procedimiento y sobre la que se sobreseyó la causa habían pedido que se citara expresamente como causa de la muerte de Déborah, “indeterminada”.

Alegaban que era una cuestión que se había omitido en la resolución y que debía tener reflejo en la misma por haber sido objeto de debate en la instrucción. Sin embargo, el juzgado de Instrucción 2 de Tui recuerda que el procedimiento se archiva ante la falta de indicios contundentes para hacer una imputación verosímil de un hecho delictivo concreto al investigado, pero que añadir esa cuestión ni está englobado en ninguno de los supuestos previstos en la ley, ni cambiaría las conclusiones alcanzadas.

De esta forma, pese al sobreseimiento provisional, se mantiene la opción del posible homicidio como causa de la muerte de la joven. El resultado de la autopsia no fue concluyente en su momento sin poder descartar ni una muerte súbita ni provocada, aunque la familia sí presentó un nuevo informe realizado por el forense Aitor Curiel en el que ratificaba la muerte violenta por asfixia como única posibilidad, atendiendo a los indicios encontrados.

En junio pasado y tras más de cuatro años tras la reapertura de la investigación judicial, el juzgado acordó el archivo en una resolución pendiente en los próximos días de que se haga firme, tras resolverse este último recurso.