Julián Barrio, predicador de la novena en Vigo: “La trascendencia del Cristo alcanza a todas las actividades de la vida”

“Vivimos en una época de grandes contrastes, hay gente que pasa de Dios y hay gente que tiene sed de Dios”, apunta el arzobispo emérito de Santiago, predicador del Cristo

Monseñor Julián Barrio, en la novena de ayer.
Monseñor Julián Barrio, en la novena de ayer.

Monseñor Julián Barrio Barrio (Zamora, 1946) es el invitado de la Cofradía del Cristo da Victoria para impartir el sermón en la novena, que se celebra en la Concatedral hasta el sábado. Arzobispo Emérito de Santiago de Compostela ejerce de predicador en los oficios de la tarde, a las 20 horas, mientras que los de la mañana, a las 12 horas, son impartidos por un párroco local cada día.

¿Cómo valora la respuesta de los fieles a esta novena que ya entró en su tramo final?

Muy bien, gracias a Dios. Me da esa impresión a juzgar por el número de personas que asiste y por la devoción que demuestran a Cristo.

No es su primera vez en Vigo, ¿conocía el fenómeno del Cristo da Victoria?

Nunca estuve en la procesión, ni en la novena, aunque sí vine a dar un pregón de la Semana Santa y a la celebración de una misa. Creo que el Cristo es un referente no solo en el ámbito religioso, sino que tiene una trascendencia que alcanza al resto de las actividades de la vida cada día. Influye en la lectura que los creyentes hacen de la realidad y de cómo tenemos que vivir. Se trata de ser la luz y la sal del mundo, la levadura en la masa como nos indica el ejemplo del Cristo da Victoria.

¿Cree en una sociedad tan laica como la actual le deja sitio a la espiritualidad?

Pienso que sí. Vivimos en una época de grandes contrastes, hay gente que pasa de Dios y hay gente que tiene sed de Dios y se mantiene en el acontecer de la Iglesia.

¿Cuál es el mensaje que transmitir en sus sermones de esta novena?

El planteamiento que hago es invitar a los feligreses a tratar de conocer mejor al Cristo desde las diferentes perspectivas, el conocimiento ayuda a amarle y genera la necesidad de conocerlo cada día más, de tratar de conformar nuestro estilo de vida al suyo. Tenemos que distinguirnos a través de los hechos, de la caridad y de las obras, ser un ejemplo para la sociedad.

¿Al haber menos vocaciones, los feligreses adquieren un mayor protagonismo evangelizador?

Una cosa no quita a la otra. Antes, cuando había más vocaciones a la vida consagrada, los laicos también tenían que cumplir con el compromiso con la evangelización. No es correcto que se desentiendan. Precisamente como bautizados deben actuar transmitiendo el mensaje de Jesús, habiendo o no sacerdotes.

¿Qué consejo les daría a los fieles para vivir estos días en honor al Cristo da Victoria?

Insisto mucho en que intenten conocer más a Cristo, afirmar que nosotros también participamos en la resurrección, ya a partir de ahora, en el día de la fiesta, con la procesión. Como ya dije, nunca estuve, pero me han contado que es la asistencia es grandísima. Esto conlleva a recapitular y hacer memoria de nuestra vida para dirigirla al Reino de Dios. La condición de Dios a través de Cristo es también la afirmación de la condición humana, la una no la excluye a la otra.

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