Juicio a un clan familiar guatemalteco por inmigración ilegal

La ralentización de la investigación judicial, cuya causa estuvo parada a la espera de diligencias largos periodos, ha desinflado uno de los operativos en los que la Policía dio por desarticulado una red guatemalteca de entrada ilegal y explotación de compatriotas. Finalmente, el juicio se celebrará la semana que viene, cuatro años después de las detenciones contra cinco de los seis acusados, ya que uno de ellos, una mujer, se marchó a su país y actualmente está ilocalizable.

La Fiscalía les considera responsables de los delitos de favorecimento de entrada, tránsito y permanencia ilegal de ciudadanos extranjeros con ánimo de lucro así como de coacciones y pero incluye la atenuante de dilaciones indebidas, solicitando penas de entre un año de prisión y casi cuatro para una de ellos.

Los hechos que relata el ministerio público en su escrito sucedieron entre los años 2015 y 2016 cuando supuestamente los implicados se aprovechaban de las circunstancias de vulnerabilidad de familiares en Guatemala para, con la promesa de un trabajo estable en Vigo, trasladarles mediante cartas de invitaciones por las que cobraban haciéndoles pasar por turistas y correlacionándolas una vez en la ciudad para devolver la deuda contraída que oscilaba entre los 4.000 y 7.500 euros.

Así, las supuestas víctimas tenian que abonar dicha deuda con su trabajo, con frecuencia doméstico, llegando a presionar una de las acusadas, según la Fiscalía, a una de las víctimas para que ejerciera la prostitución, recibiendo tanto a ella como su familia de origen amenazas, en alguna ocasión hasta con el secuestro de menores. “Así como ustedes son mierda haré que sus hijos coman mierda aquí, les haré la vida imposible, tenlo por seguro, que conmigo no se juega”, decía uno de los mensajes.

Una de las testigos protegidas relató como se vio obligada a quedarse en el domicilio de la acusada sin salir apenas por el temor a ser descubierta en situación irregular, comiendo una sola vez al día y acompañando a la procesada a su trabajo.