Juan Ángel Visier: "El nuevo Plan General de urbanismo va a terminar de coser por dentro a Vigo"

“Empecé a trabajar desde cero. Hice la calle, que era buscar suelo apuntando en un cuaderno, yendo al registro y preguntando a los propietarios”, confiesa el fundador de Visier Arquitectos

Juan Ángel Visier, con Gustavo y Álvaro Visier.
Juan Ángel Visier, con Gustavo y Álvaro Visier. | Vicente Alonso

Juan Ángel Visier, arquitecto por la Universidad Complutense, llegó a Vigo a finales de los años 70 desde Madrid. Visier Arquitectos acaba de cumplir 45 años, con más de 600 proyectos a sus espaldas y amplio conocimiento de Vigo y su entorno. Sus hijos Álvaro y Gustavo Visier se han incorporado a la compañía tras una década trabajando en Emiratos, Australia y Londres.

 ¿Cómo fueron los inicios a finales de los años 70?

Llegué con una empresa internacional con la que inicié trabajos en Porriño y en Santiago. La empresa cayó y me quedé solo e inicié mi trabajo como arquitecto individual. 

¿Y cómo era Vigo?

Vigo era una ciudad complicada en aquel momento. Muy compleja, muy industrializada y con un poco de desarraigo del pueblo. Muchas personas que venían de Ourense y del interior. Era dura. Empecé a trabajar desde cero y yo hice la calle, que era buscar suelo, apuntando en un cuaderno, yendo al registro y preguntando a los propietarios si querían que les ayudáramos.

 ¿Cómo ve el Vigo de hoy y aquel al que llegó?

Hay una diferencia del día a la noche. De la ciudad dura y dedicada más al proceso industrial, al urbanismo de hoy. Es una belleza como Vigo ha cambiado, desde sus zonas verdes, su frente al mar o su dedicación al urbanismo feliz. Nosotros también hemos formado parte del urbanismo, porque hemos hecho planes generales y mucho desarrollo de suelo urbanizable y planeamiento secundario. Así que toda la búsqueda de que la ciudad sea feliz para el hombre, también la hemos luchado.

 ¿Qué es eso del urbanismo feliz?

Feliz tiene que ser el hombre. Las ciudades son muy complejas, pero esa complejidad también las hace ricas, a algunas las ayuda y a otras las ahoga. Vigo estaba muy ahogada del proceso industrial, con el cierre de astilleros, y además la dureza del coche comiéndose la ciudad y la complejidad de una ciudad en ladera.

Parece un poco contradictorio, porque el urbanismo es complejo y hostil.

Es precisamente todo lo contrario. Es decir, es complejo y hostil porque el procedimiento es terrible. Porque lo que intenta la ley es que sea un proceso siempre en el que el ciudadano tenga cabida, a través de las alegaciones o los informes ambientales, pero no es fácil. La palabra feliz es que solo está dedicado al hombre y es la búsqueda de la felicidad en su forma de vida. Desde los temas de parques, dotaciones e ideas. Recuerdo, por ejemplo, una de las ideas más bonitas que planteé, que sé que es muy difícil que se lleve a cabo, fue para Mos un puente parque, un puente jardín que uniera las dos partes. En Porriño creamos una montaña verde por encima del tren. 

En estos 45 años de Visier Arquitectos han pasado más de 600 proyectos.

Son muchos los proyectos que hacemos, los que se desarrollan no son los 600. Ahora mismo estudiamos como 10 al mes.

 ¿Con los años se ha tomado más conciencia de la necesidad de la planificación?

Además de la planificación, que está desde hace muchos años en la conciencia del ciudadano, hay algo mucho más importante, que es el tema patrimonial, que no desaparezca patrimonio. Esta conciencia y la del medio ambiente han tenido un desarrollo impresionante. Ese es el mayor cambio. 

 ¿Cómo es esa relación entre los que planifican y las constructoras?

No es una relación fácil. Porque el planeamiento lo único que hace es segar la hambruna de construcción que existía en los años 70, 80 y 90. Esto de más alturas y más edificabilidad. Pero a todo lo que crece hay que darle dotaciones. Hay una gran contradicción.

¿Tiene solución dar dotaciones en Vigo?

Tiene solución. De hecho, el Plan que va a salir ahora da a Vigo muchísimas dotaciones de corredores, zonas verdes y de grandes rondas. Tiene solución y la está dando el nuevo Plan General.

De esos 600 proyectos de Visier ¿de qué cuál se siente más orgulloso?

Es como decir ¿cuál es el hijo más bonito? Me siento muy orgulloso, en dotaciones, por ejemplo, de la residencia geriátrica de La Pastora, por el concepto de jardín y de que los mayores vivan felices. Hacer el Palacio de Justicia con Pepe Bar fue un hito en Coruña maravilloso. 

 ¿Cómo ve el Vigo del futuro?

La ciudad está muy hecha. Si se fija uno en el Plan General, es ahí donde vas a sacar que necesitamos coser. Esas rondas que hace y esos procesos de suelo urbano no consolidado son los que van a terminar de ir cosiendo por dentro.

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