Una joven denuncia en Vigo: “El conductor del bus escolar me ofreció dinero por sexo”

La acompañante del transporte que denunció por acoso al chófer relató “el terror, miedo y ansiedad” por el comportamiento del acusado, que negó los hechos

El acusado, ayer, durante la vista celebrada en el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo.
El acusado, ayer, durante la vista celebrada en el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo.

Entre sollozos y detrás de un biombo, la joven que denunció por acoso al conductor del autobús escolar para el que trabajaba como acompañante de los menores relató ayer en el juicio, celebrado en Penal 3 de Vigo, cómo “todos los días” tenía que soportar comentarios y expresiones de carácter sexual por parte del chófer. Afirmó que "me ofreció dinero por sexo, 25 euros por sexo anal o bucal que es según decía lo que se cobraba por estos servicios". El acusado, que se enfrenta a una petición de pena de cuatro meses de prisión, alejamiento por dos años, multa de 810 euros y una indemnización de 7.100, negó los hechos.

Aseguró que era ella la que le hablaba hasta el punto de encender la radio para “no escucharla”. El hombre dio otra versión asegurando que era su compañera la que lo llamaba en oculto para quedar de madrugada, y que negó con rotundidad haber mantenido conversaciones de carácter sexual, aunque pudo realizar algún comentario de broma.

En su declaración, la denunciante dijo que la situación se prolongó durante los tres meses que trabajaron juntos en 2022 y que comenzó ya el primer día, “con piropos”. “Después, los comentarios fueron a más, me decía cosas como yo no tengo un pene ni grande ni pequeño, pero te hace disfrutar”, afirmó a preguntas de la fiscal. “Le dije que parara porque me incomodaba, y no era apropiado, pero siguió”, aseguró la mujer, quien afirmó que “comentaba que tenía que tener relaciones sexuales diarias e incluso una vez hizo un comentario sobre los pechos de una de las niñas”.

También dijo, que la llamaba por teléfono y que le pidió que no lo comentara hasta que no pudo más y lo puso conocimiento de la empresa que “me animó a denunciar”, aunque reconoció que “tenía miedo”. A raíz de estos hechos tuvo que coger una baja “pasé por psiquiatras y psicológicos porque tenía terror a salir sola, a encontrármelo”.

Los responsables de la empresa confirmaron que apartaron al conductor hasta que se resolviera el procedimiento y aseguraron no haber recibido con anterioridad quejas sobre él ni de otras compañeras ni de madres del colegio.

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